Tras apelar su deportación, el número 1 del tenis continuará retenido en una instalación migratoria a la espera que se resuelva su conflicto para poder participar del primer Grand Slam del año. La vacunación contra el COVID-19 en el centro de la escena
Luego de que el número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, apelara su deportación de Australia, a raíz de que las autoridades fronterizas revocaran su visa por no estar vacunado contra el COVID-19, desde el Gobierno de dicho país informaron que el deportista no será expulsado de forma inmediata.
Después de que el serbio apelara su expulsión del país, el abogado del Estado Christopher Tran aseguró que Australia no prevé proceder a dicha expulsión antes de que se celebre esa audiencia, prevista el lunes.
Mientras tanto, el tenista se encuentra en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento calificado como “infame”, ya que alberga a los detenidos que fueron trasladados a Australia desde la isla de Manus y Naur. 32 todavía permanecen en el establecimiento que se ha convertido en una especie de centro de detención y que fue usado como hotel de cuarentena en 2020.
Vale destacar que en octubre del año pasado se produjo un brote de coronavirus dentro del establecimiento cuando 22 de los refugiados dieron positivo.
El tenista de 34 años había tramitado la exención que le permitía jugar el Abierto de Australia sin estar vacunado, sin embargo hubo un problema con su visado por el cual no pudo pisar el territorio del país oceánico. El gobierno del estado de Victoria informó que había rechazado una solicitud para patrocinar su visa, horas antes de que aterrizara en Melbourne alrededor de las 23.30 del miércoles.
Por ese motivo, apenas descendió del avión el serbio fue escoltado por agentes de la Fuerza Fronteriza rumbo a un cuarto aislado en donde estuvo varias horas siendo interrogado sin acceso a su teléfono celular. Mientras tanto, su equipo esperaba que todo se resolviera del otro lado de la puerta, escoltada por dos oficiales.
El avión que trasladó al serbio, número 1 del ranking ATP, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Tullamarine de Melbourne, Victoria, pero el deportista no fue habilitado a traspasar las fronteras de Migraciones.
“La Fuerza Fronteriza de Australia (ABF, por sus siglas en inglés) continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada. La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, señaló el organismo mediante un comunicado.
“Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras”, declaró por su parte el primer ministro Scott Morrison.
“Nadie está por encima de estas reglas. Nuestras sólidas políticas fronterizas han sido fundamentales para que Australia tenga una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo por COVID, seguimos estando atentos”, agregó el funcionario, quien había advertido que si las pruebas presentadas por el tenista eran insuficientes, ”no se le tratará de forma diferente a los demás y estará en el siguiente avión de vuelta a casa. No debería haber reglas especiales para Novak Djokovic en absoluto”.
De ser finalmente deportado, el tenista serbio se quedaría sin la posibilidad de jugar, a partir del 17 de enero, el Open de Australia, donde buscaba su décimo título y batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.
La polémica se generó a partir de la reticencia del deportista serbio a vacunarse contra el coronavirus. De hecho, en abril de 2020, cuando se debatía que la vacuna podría ser obligatoria para reanudar los torneos luego del confinamiento, Djokovic expresó: ”Personalmente no soy provacuna, no quisiera que alguien me obligue a estar vacunado para poder viajar”.
Ahora, si bien había obtenido una “derogación médica” para participar en el primer Grand Slam del año, esto provocó el rechazo de la prensa y de la dirigencia política australiana.
Todos los participantes del Open de Australia deben estar vacunados contra el COVID-19 o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes. En declaraciones a la cadena australiana Channel Nine, el jefe del torneo, Craig Tiley, aseguró que 26 personas de los casi 3.000 jugadores y personal técnico que viajaban a Australia para la competición habían pedido una derogación, pero solo un puñado la consiguió.
Tiley aseguró que Djokovic no recibió “favores especiales” y le instó a revelar la razón de su permiso médico. “Sería realmente útil si Novak explica las condiciones por las que ha pedido y obtenido una exención médica”, dijo. Una de las condiciones que permitían la entrada sin vacuna es que el aspirante hubiera tenido COVID-19 en los últimos seis meses. No está claro que este sea el caso.
El conflicto escaló a tal nivel que el presidente serbio, Aleksandar Vucic, acusó de “maltrato” a Djokovic por parte de las autoridades australianas. ”Toda Serbia está con él y nuestras autoridades están estudiando todas las medidas para que este maltrato al mejor jugador de tenis del mundo acabe cuanto antes”, expresó en un mensaje en Instagram.
Con información de AFP.