Mientras que en algunos países del continente los números comenzaron su descenso, como EEUU, en otros aún están creciendo, como en varios de Centroamérica. Además, la región suma 2,5 millones de muertos por COVID-19
Los nuevos casos de COVID-19 en América alcanzaron su mayor nivel semanal desde que comenzó la pandemia en 2020 —8 millones de contagios— y la variante ómicron se ha convertido en la mutación dominante, dijo el miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Estados Unidos continúa teniendo la mayor cantidad de nuevas infecciones, aunque los casos disminuyeron en casi un millón durante la última semana, dijo la agencia de salud.
Los estados del sur de México han visto triplicarse las nuevas infecciones, en tanto que los nuevos contagios en Brasil escalaron un 193% en los últimos siete días, dijo la OPS, que también informó que el número de infectados con el coronavirus creció un 32% en la última semana frente a la anterior.
América, la región del mundo con mayor número de fallecidos por covid-19, con cerca de 2,5 millones, sumó además 18.000 nuevos decesos vinculados a la enfermedad, un 37% más en la misma comparación.
”Es demasiado temprano para decir que estamos en el final de la pandemia”, advirtió en una rueda de prensa virtual la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
En América Latina, en efecto, el escenario de los contagios es variado, con tendencias al alza en Centroamérica, Suramérica y el Caribe. Las infecciones “se están duplicando cada dos días” en Paraguay y son “especialmente altas” en Bolivia, Perú y Ecuador, según la OPS.
Para entender mejor cómo el virus avanza, Etienne dijo que “es esencial” que los países sigan recabando datos para trazar estrategias más eficientes y proteger a los grupos vulnerables.
Sobre el nuevo subtipo de la variante ómicron (BA.2), ya presente en más de 40 países, el gerente de incidente para covid-19 de la OPS, Sylvain Aldighieri, señaló que “actualmente no existen motivos de preocupación adicional” y subrayó que las medidas de combate a la pandemia no cambian: vacunas, mascarillas y distanciamiento.
En esa línea, el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, mencionó en la misma rueda de prensa el último reporte del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés), que indica que “el riesgo de morir entre no vacunados es 68 veces mayor que entre las personas vacunadas”.
Por su parte, el director de Emergencias de Salud de la OPS, Ciro Ugarte, se refirió al retorno a las escuelas de los niños teniendo en cuenta el reinicio del curso escolar en países del hemisferio sur, e insistió en la necesidad de que se establezcan las “condiciones más seguras” para la reapertura de los centros educativos.
Hay que tener en cuenta, agregó, no sólo la situación en las escuelas, “sino también el desplazamiento desde el hogar a la escuela y desde la escuela al hogar”.
Igualmente, recalcó la necesidad de la vacunación entre los docentes y los otros trabajadores de las escuelas, todo ello para crear un ambiente más seguro para los estudiantes.
Y respecto a la vacunación infantil, que se está haciendo para los menores de 5 a 11 años en varios países de la región, la OPS resaltó la necesidad de atender primero a los grupos prioritarios y a todos los adultos.
En este sentido, Etienne subrayó que el covid “no es el único riesgo” que afrontan los niños y, por ello, instó a los padres a poner al día la cartilla de vacunación de sus hijos frente a otras enfermedades que estaban bajo control y han surgido de nuevo en la región durante la pandemia de coronavirus.
”La cobertura vacunal ha caído tan baja que los países corren el riesgo de perder dos décadas de progresos. Brasil, por ejemplo, está combatiendo un brote de sarampión, mientras que Haití y la República Dominicana están combatiendo contagios de difteria”, avisó la directora de la OPS.
(Con información de Reuters y EFE)