La modelo saltó a la fama como participante del programa Calle 7 y estuvo casada con un futbolista. Llegó al hospital con pérdida de masa encefálica por el disparo en la cabeza
Cristina “Vita” Aranda, de 29 años, murió este fin de semana tras recibir un impacto de bala en la cabeza mientras asistía al festival Ja’umina en Paraguay, en un hecho que conmocionó a su entorno y al público.
La directora del Hospital Nacional de Itauguá, Yolanda González, informó a los medios paraguayos, que la modelo no resistió a la gravedad de la herida producida por un disparo de arma de fuego a la altura de la cabeza durante el festival Ja’umina en San Bernardino.
“Ella vino muy grave, hizo un paro, se le intentó reanimar durante 25 minutos, pero lastimosamente ya no llegó a salir”, indicó la directora médica al programa Fútbol a lo grande de Telefuturo. La joven llegó intubada, con pérdida de masa encefálica y pronóstico reservado antes de sucumbir a sus heridas.
Asimismo, la Policía ha señalado que otro hombre que no fue identificado murió en el tiroteo del que por el momento se desconocen las causas o posibles autores.
Aranda saltó a la fama como participante del programa televisivo Calle 7, y se posicionó como una reconocida influencer de varias marcas, que promocionaba en sus redes sociales. Además, se lanzó como emprendedora y presentó su marca de ropas “Vita”.
Estuvo casada por 10 años con Iván “Tito” Torres, jugador del club Olimpia y con quien tuvo tres hijos. Recientemente anunciaron su separación y divorcio mediante un comunicado. No obstante, ABC aseguró que la pareja estuvo junta en el festival.
Los medios paraguayos recordaron que Vita era hija del comisario general Cristino Aranda, ex director de Policía de San Pedro, imputado por haber ideado y ejecutado un operativo de extorsión a una red de narcos.
La emprendora, que tenía la marca de ropa Vita, nació en Chaco e inició su carrera como modelo a los 15 años.
EL INCIDENTE
Algunos medios locales difundieron versiones que dan cuenta de la presencia de un sicario en el lugar por un ajuste de cuentas narco, hecho que todavía no ha sido corroborado por las autoridades. La otra víctima fatal fue un supuesto traficante, Ederson Salinas Benítez, el principal objetivo del asesino.
Los demás heridos fueron casuales, por encontrarse, por infortunio, cercanos al ataque.
“Creímos que fueron fuegos artificiales en principio”, contó una testigo al portal ABC. Pero luego vio una estampida de gente que intentaba salir y tomó dimensión del riesgo. “Para entrar al concierto te pedían registro de vacunación. Mi amiga no llevó su carnet, pero igual entró. No nos revisaban el bolso. No revisaban nada”, aseguró.
La periodista Lisandra Aguilar escribió en su cuenta de Twitter: “Estaba cantando a todo pulmón los temas de Binomio de Oro cuando vi a una chica desmayarse porque presenció cómo mataban a una mujer. La gente empezó a correr, algunos manchados de sangre, tiraban cosas, abucheaban, los nervios se apoderaron de mí. Hoy valoro mucho más la vida. Se empezaron a crear teorías de lo que estaba pasando, incluso escuchamos que un grupo de 10 personas armadas estaban matando a todos, una incertidumbre horrible”.