Además de la finca que el actor mexicano Mario Moreno, mejor conocido como “Cantinflas”, poseía en San Miguel de Allende, que actualmente está a la venta por 81 millones de pesos, el comediante construyó una segunda mansión con todos los lujos de la época que fungió como casa de descanso durante los últimos años de su vida.
Según reportó esta mañana la revista TvyNovelas, el ostentoso palacete se construyó bajo el nombre “Villas El Molino” sobre un terreno de casi siete hectáreas durante los últimos años de la década de los 70. A diferencia de su primera propiedad en la zona, esta tenía el objetivo de ser un espacio más cómodo que el que compartía con su madre, Soledad Reyes.
Además de la comodidad, el gran “Mimo de México” también llenó este espacio de opulencia. Construyó una alberca en forma de silbato en el centro del terreno, misma que fue alzada como un homenaje a la cinta que protagonizó en 1978, El patrullero 777.
Un minigolf con 12 hoyos y un molino de viento también forman parte del atractivo de esta mansión. Este último se construyó con inspiración en la película dirigida por Roberto Galavaldón en 1972 Don Quijote cabalga de nuevo, que se rodó en España y que tuvo como escenografía una edificación parecida a la que ahora adorna la propiedad.
Por su parte, Cantinflas tenía como alcoba la Suite 208, misma que el día de hoy se ha convertido en la máster suite número 212 del hotel. A la villa acudieron de visita distintas celebridades y amigos del actor, como María Félix, Pedro Vergas, María Sorté, Pedro Infante, Jorge Negrete, entre muchas más figuras de la época.
Mario Moreno fue el dueño de la propiedad hasta los 80. Después de su muerte, varias empresas turísticas tomaron el control y lo administraron como un hotel hasta el 2002, cuando fue vendido a Grupo “EL Refugio”, según la página web del recinto.
Actualmente, la mansión ubicada sobre la Salida Real a Querétaro en el centro de San Miguel de Allende, pertenece a una cadena hotelera y fue totalmente remodelada; sin embargo, conserva algunos atisbos de lo que fue la villa en la que Cantinflas descansó ocasionalmente durante sus últimos años antes de fallecer.
No obstante, en el centro de San Miguel de Allende la propiedad todavía es conocida como “La casa del molino”, gracias a aquella construcción que adorna sus inmediaciones y que durante muchos años estuvo a la vista desde la entrada de la ciudad guanajuatense.
Por otra parte, la otra finca construida por el actor a lo largo de esos mismos años como un regalo a su madre, fue puesta a la venta desde hace un par de años por la cantidad de 81 millones de pesos.
Después del fallecimiento de la señora Soledad Reyes, Moreno vendió el inmueble con todo lo que había dentro; es decir, algunos objetos que le pertenecieron, como libros, trofeos y fotografías. A la postre de su venta, la finca se condicionó para operar como un hotel.
Actualmente, al igual que la “casa del molino”, el lugar sigue funcionando como el hotel y posada La Ermita. No obstante, según una entrevista concedida a la revista TvyNovelas, la propiedad no se ha podido vender por ser muy demandante.
“Sí (está en venta), pero ha sido difícil encontrar a alguien que quiera invertir en un lugar tan grande y demandante como éste; la pandemia también retrasó todo y por el momento hemos querido mantenernos funcionando hasta que llegue alguien realmente interesado en comprar”, contó Manuel Fonseca, quien administra el hotel, a la publicación.