Tras la sorpresiva visita de representantes de la Casa Blanca a Caracas y posterior reunión con el régimen de Nicolás Maduro, comenzaron a brotar inesperados cambios en el discurso ofrecido por la cúpula chavista, la cual había mostrado una infranqueable postura a favor de Rusia y su invasión a Ucrania días anteriores.
Despegándose “un poco” del tono amenazante que acostumbra, Maduro llamó a establecer un diálogo entre Ucrania y su agresor, Rusia.
“Hemos decidido tocar la campana de alerta a líderes de mundo para buscar la paz, para buscar condiciones que permitan acuerdos solidos entre Rusia y Ucrania”, comentó Maduro durante una transmisión.
Asimismo, enfatizó en que “no se pretenda utilizar el conflicto armado en Ucrania para encarar una guerra en Europa o más allá como pretenden en el mundo, lo decimos modestamente desde Caracas. Que más temprano que tarde se pueda desescalar y llevar a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania”.
Además, abrió la posibilidad de entablar comunicación con el gobierno de los EEUU, algo que los últimos años parecía imposible.
“Toda nuestra voluntad para, desde la diplomacia, desde el respeto y desde la máxima esperanza de un mundo mejor, avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz de los pueblos de nuestro hemisferio, de nuestra región, de América Latina y el Caribe”, expresó el líder del chavismo.
Maduro detalló que la reunión con los funcionaros de Biden fue “respetuosa, cordial y muy diplomática”.
Dicho encuentro sostenido en el Despacho Presidencial del Palacio de Miraflores contó con la presencia de Jorge Rodríguez y Cilia Flores.
“Me pareció muy importante poder conversar cara a cara temas de máximo interés de Venezuela y el mundo”, destacó Maduro e informó que “continuarán adelante las conversaciones, las coordinaciones y agenda positiva entre el gobierno de Estados Unidos” y su régimen.
Maduro autorizó a Jorge Rodríguez a revelar detalles del encuentro con la delegación norteamericana e insistió en “el carácter diplomático y pacifista de la Revolución Bolivariana“.
“Estamos activados a todo nivel con una diplomacia de paz, con una diplomacia propositiva. Es el tiempo de la diplomacia, es el tiempo de la palabra, es el tiempo de la verdad y es el tiempo para reconstruir la paz”, enfatizó.
De acuerdo con información de The Wall Street Journal, la administración Biden busca aliviar las sanciones petroleras contra el chavismo como parte de una estrategia más amplia de Estados Unidos para moderar los precios del petróleo que se han disparado debido a invasión de Rusia en Ucrania
La administración también querría aislar a Putin de su aliado más importante en América del Sur, Venezuela, un proveedor esencial de crudo para EEUU.
CAMBIO DE DISCURSO
Días previos a conocerse la visita de los funcionarios estadounidenses a Venezuela, el discurso del chavismo se centraba exclusivamente en apoyar a su aliado Putin y sus intensiones oscuras en Ucrania. Pero tras la reunión Maduro-EEUU algo parece haber cambiado.
Antes de la alocución de Maduro ante los medios de comunicación, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, bajó el tono e instó a las naciones que se encuentran en conflicto a sostener encuentros de diálogo para llegar a una solución pacífica,
“Llamamos al diálogo, a que las resoluciones sean a través de mecanismos pacíficos. Nunca nos verán en las filas de la guerra en sí misma, o por la guerra. Siempre nos verán por los derechos del ser humano”, afirmó Rodríguez durante el Congreso del PSUV.
Luego de su afirmación, Delcy, se apegó al guion ruso y volvió a culpar a la OTAN de haber provocado el conflicto en Europa.
Desde el principio de la invasión rusa a Ucrania, más de dos millones de personas han huido del país, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La gran mayoría de ellos se encuentran en Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Moldavia, mientras que unos 153.000 se han trasladado a otros países en Europa, según ambos organizaciones de Naciones Unidas.