Tras una agresiva ola de adquisiciones e implementación de infraestructura, la compañía -a través de su marca Tigo- ha logrado convertirse en el principal operador en mercados y segmentos en esta región. Su CEO, Mauricio Ramos, comenta el rumbo de sus futuras inversiones y la tarea pendiente que tiene para aumentar la cobertura de 4G en gran parte de los países de Centroaméric
Las multimillonarias inversiones que se requieren para el despliegue de redes en América Latina han hecho que en los últimos años grandes telcos como Telefónica y América Móvil (Claro) decidan vender sus operaciones en algunos mercados considerados como no estratégicos, mientras que otras, los jugadores más pequeños, han desistido de competir y se vieron obligados a abandonar la carrera.
En ese interín, otros jugadores identificaron oportunidades ante los constantes movimientos en la industria de telecomunicaciones, logrando una mayor presencia. Es el caso de Millicom -la telco con sede en Luxemburgo y mejor conocida por su marca Tigo- que supo sacar ventaja, especialmente en Centroamérica.
Así, después de una agresiva temporada de fusiones y adquisiciones que le ha permitido una acelerada consolidación, Tigo se ha convertido en el primer o segundo operador en los mercados de telefonía móvil, internet de banda ancha y televisión de paga en Panamá, Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y en Colombia, Bolivia y Paraguay en la parte sur del continente.
En los dos últimos años, en convivencia con el COVID-19 y tras afianzar sus operaciones en gran parte de sus mercados, la compañía sumó más de tres millones de usuarios móviles y 700.000 usuarios fijos.
“Durante toda la pandemia continuamos invirtiendo en redes y ampliaciones, no solo hicimos adquisiciones. Reconstruimos parte importante de la red fija, modernizamos la red móvil en Colombia. En Panamá construimos una nueva red móvil y modernizamos redes en Centroamérica. Durante este periodo permanecimos muy cerca del cliente”, dice Mauricio Ramos, CEO de Millicom a AméricaEconomía . “En los últimos cuatro años hemos invertido US$ 5.000 millones en Centroamérica, comprando las redes de Telefónica o la red de cable de Cable Onda en Panamá o el 50% de la participación que nos faltaba de la operación en Guatemala. US$ 5.000 millones en M&A en Centroamérica significa que de verdad creemos en la región”.
Precisamente, la compra del 45% del joint venture que tenía con su socio Missin Associates para hacerse del 100% de Tigo Guatemala, por US$ 2.200 millones en efectivo, fue el punto final de una seguidilla de adquisiciones en esta zona y que tuvo un impacto significativo en los resultados financieros de los primeros tres meses de 2022 de la empresa.
“La consolidación de Guatemala es el factor más importante que afecta a la mayoría de las líneas de los datos financieros del primer trimestre de 2022 en comparación con el primer trimestre de 2021. En el primer trimestre de 2022, los ingresos aumentaron un 40,9% interanual (US$ 1.403 millones), impulsados por un crecimiento orgánico positivo en todas las líneas de negocio y países, que compensó con creces el impacto de las monedas más débiles en algunos países. Excluyendo el impacto de la adquisición de Guatemala y los movimientos de divisas, los ingresos aumentaron un 4,5% sobre una base orgánica”, dice el reporte de la compañía.
El horizonte para la Millicom es promisorio y podría cosechar los frutos de sus adquisiciones en un corto plazo. Y es que a inicios de mayo, Moody’s Investors Service cambió la perspectiva del sector de telecomunicaciones de Latinoamérica de estable a positiva ante un mayor ebitda impulsado por eficiencias, fusiones y adquisiciones y consolidación, además, de inversiones sólidas y estables que generan un positivo flujo de efectivo.
“Los márgenes de ebitda y ebitda absoluto de las compañías de telecomunicaciones aumentarán durante este periodo a medida que continúen capitalizando las eficiencias que obtuvieron en 2020 durante el confinamiento. Asimismo, a medida que entremos en 2023, algunas compañías también aprovecharán los beneficios de las fusiones y adquisiciones ejecutadas incluso antes de la pandemia, con un estímulo adicional gracias a la recuperación esperada, particularmente en las economías vinculadas al turismo”, dice Rosa Morales, assistant vice president de Moody’s Investors Service.
En su más reciente Outlook de la industria de Telecomunicaciones en América Latina y el Caribe, la firma calificadora de riesgo sostiene que el modelo de minimización de activos es cada vez más común en el sector de telecomunicaciones con empresas que venden torres y otro tipo de infraestructuras pasivas y que solo tiene implicaciones limitadas para la calidad crediticia de las compañías.
CENTROAMÉRICA COMO SU NODO CENTRAL
La apuesta de Millicom por el mercado centroamericano es ambiciosa y no es el único jugador que ha puesto varias fichas en el tablero de telecom. Liberty Latin America es otra compañía que ha estado a la par con Millicom en cuanto a operaciones de M&A en varios mercados de Centroamérica y que también ha sabido consolidar su presencia en esta región.
“¿Qué nos hace creer en esta región? Pues es mucho más estable de lo que la gente cree. Las tasas de cambio en todos estos países ya fueron dolarizadas como Panamá o El Salvador o mantienen bajísimos grados de volatilidad cambiaria por los grandes niveles de remesas que llegan y oscilan entre 15% y 30% del PIB en cada uno de estos países y son atomizadas. Además, todos los años (el envío de remesas) crecen hasta un 35%. Estos países son mucho más estables en lo cambiario que los grandes mercados de América Latina y dado que nuestras inversiones son tan grandes y se hacen con equipamiento de telecomunicaciones que hay que adquirir en dólares, este factor es importante”, dice Mauricio Ramos.
El ejecutivo colombiano también destaca el crecimiento del PIB centroamericano. “Esta región está proyectada a crecer más que el resto de América Latina porque tiene una interconexión muy grande con Estados Unidos. Por otro lado, tiene una de las poblaciones más jóvenes del mundo. La edad promedio en Centroamérica es de 25 años. Es una población que va creciendo y cada vez más digital. También se están formando hogares y esto es muy importante para el negocio de telecomunicaciones. Vemos mucho más allá de los titulares de corrupción o inmigración, etcétera porque estos son países que realmente tienen gran potencial de crecimiento”, dice.
En ese sentido, la apuesta de inversión de la compañía sigue en pie y proyecta hacerlo a un ritmo de US$ 1.000 millones al año. Eso sí, en el horizonte Millicom no prevé nuevas adquisiciones, sino básicamente en inversión en capex (gasto en capital), especialmente en el aumento y modernización de redes móviles y el despliegue de 4G. “Esperamos que esta tecnología llegue a tener una cobertura de casi el 90% en los próximos meses en Centroamérica. También queremos ampliar las redes fijas que tienen un potencial de servir a 12,5 millones de hogares. Estamos hablando de construir red de fibra para más de un millón de hogares anuales en los siguientes tres años”, dice Ramos.
Para Millicom, la población de Centroamérica es más digital y demanda conectividad | Photo by Rob Hampson on Unsplash
Respecto al 5G, para Millicom la región aún no está lista para implementarla. “Lo más importante es no dejar a muchos de nuestros coterráneos en América Latina rezagados. Más del 50% de los usuarios en América Latina todavía no se conecta a 4G. Tenemos que terminar esa tarea”, dice Mauricio Ramos.
Y es que aún son muy pocos los países de Centroamérica que trabajan en el despliegue de 5G. “Naturalmente, queremos acompañar el desarrollo digital de todos nuestros países. Estaremos con 5G cuando la decisión política de estos considere que es el mejor momento”, dice el CEO de Millicom.
En mercados más competidos, como el colombiano, donde Millicom es el mayor tenedor de espectro de 700 MHz, la marca Tigo ha logrado añadir un millón de suscriptores pospago en los últimos 12 meses, lo que representa un crecimiento superior al 50% en el país andino y proyecta a Millicom hacia mejores niveles de escalabilidad y rentabilidad en este mercado a largo plazo.
“En Colombia compramos espectro y procedimos de la manera más rápida posible a construir una red de 700 MHz (para la instalación de antenas 4G). Aumentamos también la red comercial con distribuidores, agentes y el nivel de servicio. Por eso, para nosotros no es una sorpresa, sino que es la confirmación de una estrategia que después de un año de habernos volcado con tanto ahínco en este mercado estamos teniendo un buen resultado”, dice Mauricio Ramos.
LAS ALIANZAS COMO ESTRATEGIA PARA CONTENIDOS
Millicom está enfocada en tener la mejor red para sus mercados y el camino para ello ha sido la inversión ejecutada a la fecha. Por ello, otras verticales de negocio, como la de contenido o streaming que han sido adoptadas por otras telco, no están en su radar. No obstante, la compañía ha optado por alianzas estratégicas con partners especializados en producción de contenido o plataformas de streaming para proveer de estos servicios a sus clientes.
“Nuestra estrategia es proveer la mejor conectividad posible en fijo y en móvil a nuestros usuarios residenciales y corporativos. No queremos ser quienes invirtamos en crear nuestras propias plataformas de streaming, música o de lo que sea. Esto no quiere decir que no seamos el lugar preferido de contenido digital para nuestros clientes. Somos distribuidores y a los clientes residenciales y móviles les ofrecemos Amazon Prime Video, Netflix, música, juegos, etc. Vienen a nosotros a comprar estos contenidos como si fuera un supermercado, lo cual nos hace muy innovadores. Hemos sido líderes en lanzar Amazon Prime Video al mercado de prepago en el mundo”, dice Ramos.
Para el creciente mercado corporativo, las alianzas también han jugado un papel importante. Cuentan con partnerships con AWS y Microsoft para ofrecer soluciones a sus más de 300.000 clientes corporativos, que incluyen grandes, pequeñas y medianas empresas. Además, en los últimos años ha construido 13 data centers que proveen de mayor conectividad a las empresas y acceso a la nube.
Asimismo, Millicom continuará fortaleciendo en Guatemala Tigo Money, la billetera móvil de la telco y alista el lanzamiento en Panamá para finales de este año.
Y es precisamente en este último país donde esta etapa de consolidaciones cobró su primera víctima. Se trata del operador Digicel Group que en abril pasado anunció su salida del mercado panameño de telecomunicaciones, alegando el «fin de la libre competencia» después de que el gobierno aprobara la compra de Claro Panamá por parte de Cable & Wireless Panamá (CWP) de Liberty Latin America.
Y es que en esta industria todo parece indicar que solo los más fuertes y con grandes bolsillos son los que sobreviven. “En Panamá, en específico, no existíamos hace tres años y ahora somos el operador número uno. ¿Cómo? La misma receta: invirtiendo y estando muy cerca de los clientes para ser el operador preferido”, concluye Mauricio Ramos.