En agonía, así vivieron los días y hasta meses las víctimas de secuestros en Venezuela, un delito que pese a las cifras ocultas ha reaparecido durante los últimos dos años, principalmente en los estados donde este flagelo no se registraba.
Zulia y Barinas son los estados en donde han registrado casos recientes de secuestros; sin embargo, en la actualidad sólo una persona se encuentra en cautiverio.
Un joven ganadero es quien está en manos de un grupo de criminales. La víctima fue interceptada por los delincuentes justo cuando estaba llegando a su finca, ubicada en Barinas. El hecho ocurrió en enero, a pocos días de cometerse el secuestro de Franyeli Guerrero, de 23 años de edad de edad.
Sobre el secuestro del ganadero Anderson García, no hay mayor información, pero funcionarios de la División de Secuestro del Cicpc investigan si los responsables del hecho son los mismos que secuestraron a la joven de 23 años.
Hace casi un mes que Víctor Ho, de 22 años, hijo del dueño del supermercado Gran Zulia de Cabimas, fue secuestrado y sobre el caso se supo que los criminales se lo llevaron bajo amenazas de muerte.
El hecho ocurrió el 22 de mayo, dos días después que Venezuela celebrara el rescate de una joven que llevaba 140 días en cautiverio. Este es el cuarto secuestro que se registra en el estado Zulia en lo que va de 2022.
Tras más de dos semanas, los organismos de seguridad lograron ubicar a la víctima sana y salva en la carretera Lara-Zulia.
Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), explicó que en los últimos años la inseguridad no ha estado controlada y que al contrario esta puede ir en incremento en el año 2022.
Durante una entrevista radial a inicios del año 2022, Briceño detalló que los tipos de delitos frecuentes en Venezuela y que han regresado son los robos, los asaltos, los secuestros y las extorsiones.
“El incremento se presenta en estados donde hay menor control del delito organizado y en otros casos, porque hay una mayor presencia de divisas”, sostuvo.
Fuentes ligadas a investigaciones del Cicpc, contaron que los secuestros no han estado aumentando, como eran en otros años, recordaron los años 2012-2015 cuando este delito tenía de cabeza a las autoridades larenses, debido a que se cometían con frecuencia y que en su mayoría terminaron con final feliz, las víctimas fueron rescatadas sanas y salvas.
Tanto el director del OVV y criminólogos consultados, explicaron que el secuestro había disminuido por pandemia y la ausencia de dinero en los venezolanos, pero apareció en sectores de medianos ingresos y comerciantes, a la par de las extorsiones.
En febrero, delincuentes sometieron a un productor de cebolla en Quíbor, municipio Jiménez de Lara. Este sería el primer caso de secuestro que se registra en la región larense. Desde hace dos años en el estado no se cometían secuestros.
A inicio del año 2020, la banda del “Santanita“, cuyo líder es uno de los delincuentes más buscados de Lara, secuestró a un comerciante y lo mantuvo en cautiverio, pocos días después la víctima fue hallada muerta.
El productor de cebolla fue rescatado tres días después del hecho. Los funcionarios del Cicpc lo ubicaron y la familia no pagó dinero para su rescate.
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