El centro de atención anunció que apelará la medida, pero deberá permanecer inoperativo mientras avanza el caso en los tribunales
La única clínica de interrupción del embarazo del estado de Mississippi, Jackson Women’s Health Organization, cerró sus puertas este miércoles después de que una jueza de primera instancia se negara a bloquear la entrada en vigencia de una ley antiaborto que prohíbe esta práctica en la mayoría de los casos.
“Sin ninguna otra acción, hoy será el último día en que Jackson Women’s Health podrá brindar servicios de aborto (…) Eso significa que el último proveedor de servicios de aborto en Mississippi ya no podrá brindar esa atención esencial”, aseguró la abogada del Centro de Derechos Reproductivos, Hillary Schneller, en declaraciones a ‘The Washington Post’.
La jueza Debbra K. Halford rechazó el martes la solicitud de medidas cautelares de la clínica, citando la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de anular Roe versus Wade, el precedente legal que permitía la interrupción del embarazo en el país.
La clínica ya había anunciado su intención de continuar apelando en los próximos días, aunque, mientras avance el caso en los tribunales, no podrán realizar abortos, según el citado diario.
Jackson Women’s Health Organization era una clínica de interrupción del embarazo a la que acudían habitantes del estado de Mississippi, así como de otros estados restrictivos donde no existía este tipo de atención médica.
SITUACIÓN EN ZONAS RURALES
En Bend, en el centro de Oregón, la única clínica de Planned Parenthood que funciona en la parte oriental del estado, se prepara para una avalancha de pacientes, sobre todo de la vecina Idaho, donde se espera que pronto comience a regir una norma que prohíbe la mayoría de los abortos.
“Estamos contratando más gente”, dijo Joanna Dennis-Cook, la administradora del Bend Health Center.
En todo el oeste de Estados Unidos, muchas clínicas que realizan abortos en zonas rurales ya enfrentaban problemas para satisfacer una vasta región donde es difícil conseguir personal y donde las grandes distancias constituyen una barrera para las mujeres que consideran posibles abortos. Tan solo el estado de Oregón es más grande que el Reino Unido.
Algunas instalaciones de comunidades rurales de estados donde el aborto sigue siendo legal temen que los problemas que enfrentaban antes se agraven ahora que la Corte Suprema desconoció el derecho constitucional a la interrupción del embarazo y despejó el camino para que los estados prohíban o restrinjan significativamente ese procedimiento. Se anticipa que las mujeres donde suceda eso buscarán atención en otros estados.
El Supremo estadounidense votó en privado para anular esta legislación, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973. En un documento de 98 páginas filtrado por la prensa, sin ser entonces definitivo, escrito por el juez Samuel Alito, los jueces concluyeron que había que “devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”.
Desde que la decisión fuese adoptada el pasado 24 de junio, los legisladores de más de dos docenas de estados conservadores han preparado proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto, generando una gran controversia en todo el país y en la comunidad internacional.
(Con información de Europa Press y AP)