En un mitín en São Paulo, el ex presidente que busca vencer a Bolsonaro en noviembre, pareció apoyar la violencia contra la mujer.
En un evento de campaña realizado el pasado sábado 20, en Vale do Anhangabaú, São Paulo, el ex presidente Lula da Silva hizo una declaración extremadamente polémica en favor de la violencia doméstica.
Al hablar de la violencia contra la mujer, uno de los puntos más importantes de su nueva agenda progresista, en un momento se le escapó una frase que le valió el repudio hasta de sus simpatizantes: “Si quieres pegarle a una mujer, ve a pegarle a otro lugar, pero no dentro de tu casa”.
Según su equipo de campaña, el candidato cometió un “error” y en vez de “casa” quiso decir “Brasil”, una explicación que no dejó satisfecho a nadie, ya que tampoco explica por qué dijo “ve a pegarle a otro lugar” en vez de pedir que no haya violencia contra la mujer, como Bolsonaro quien hace campaña en favor de que las mujeres se armen y puedan defenderse de la violencia con mótivo de género.
La presidente del PT, Gleisi Hoffmann, recurrió a Twitter para defender a Lula. “Nadie duda del compromiso histórico de Lula con las mujeres. En su gobierno tuvimos los mayores avances. Creó el Ministerio de la Mujer, sancionó la Ley Maria da Penha y se otorgaron numerosos programas a las mujeres. Lo que cuenta es la práctica, no una frase fuera de lugar”, dijo la líder del partido izquierdista.
En las redes sociales, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente, acusó al PT de defender la agresión contra las mujeres. “¡Palabras del ex convicto! ¿Dirán que es fake news?”, preguntó. Y también respondió a la corrección emitida por el PT: “Una mujer nunca debe ser golpeada, en ninguna parte del mundo ni de la galaxia“.
Lula ha cometido varios “errores no forzados” desde que se convirtió en candidato. Uno de ellos tuvo lugar en mayo, cuando el candidato dijo que “a Bolsonaro no le gusta la gente, le gusta la policía”. La declaración provocó un fuerte repudio de las organizaciones policiales, que interpretaron la declaración como un insulto a la policía.
Si bien intentó no mencionar el tema, una semana más tarde, el ex presidente comenzó un discurso pidiendo disculpas a la policía. Afirmó que en realidad quiso decir que a Bolsonaro le gustan los “milicianos”, pero la justificación tampoco convenció a la gente y quedó mal con todos.
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