El total de migrantes que ha cruzado la selva en 2022 es de 102.067
Un total de 102.067 personas han atravesado durante los primeros 8 meses del año el Darién, la densa y peligrosa selva que separa Colombia de Panamá, rumbo a Norteamérica. 67% fueron venezolanos, según datos revelados este lunes por la Defensoría del Pueblo colombiana.
«Entre enero y agosto de este año han cruzado la frontera con Panamá 102.067 personas, de las cuales 76% son hombres y 24% son mujeres», se lee en un comunicado de la Defensoría. Y alerta de un aumento ingente de personas que han cruzado esta selva, el único punto del continente por donde no pasa la carretera Panamericana.
Selva del Darién
Mientras que en el primer mes del año cruzaron 4.415 personas, solo en agosto lo hicieron 31.055 por esta frontera cuyo paso es a pie. Es una travesía que puede llevar hasta una semana. Los migrantes expuestos a las inclemencias climáticas como las crecidas de los ríos y las picaduras de animales. Pero también a robos, violaciones e incluso asesinatos de los grupos armados y criminales que allí operan.
«Esta es una problemática que no ha tenido freno y que requiere del esfuerzo de las entidades estatales nacionales e internacionales para garantizar que los procesos migratorios se hagan de forma segura, ordenada, legal, acompañada y en condiciones de dignidad», aseguró el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Panamá
Las autoridades panameñas reportaron en 2021 un total de 134.000 personas, mientras que este año ya casi se alcanza esa cifra.
Este año el mayor número de migrantes corresponde a población de Venezuela, con 68.575 personas. Le sigue Haití con 6.359 personas; Ecuador, con 4.088; Cuba, con 3.707, e incluso de Colombia, con 1.756 personas, informó la Defensoría.
También expuso que ha habido un «incremento en el accionar de las redes de tráfico de migrantes».
Además, las autoridades panameñas también han registrado el paso de 14.571 menores de edad. Por lo que el defensor pidió «fortalecer el control migratorio en las fronteras de entrada y salida de personas en tránsito».
Esto debido a que no hay «mecanismo de verificación del parentesco de los niños, niñas y adolescentes migrantes con los adultos acompañantes, lo que los puede exponer a trata de personas, explotación sexual comercial o laboral y matrimonio servil, entre otras acciones delictivas».
Algunos migrantes optan por evitar la travesía por el Tapón del Darién mediante la llegada a Panamá en embarcaciones precarias, pagando a mafias, que atraviesan el golfo del Urabá, donde se han vivido multitud de naufragios.