La toma de Kabul, capital de Afganistán, por parte de los talibanes, y la consecuente caída del gobierno del presidente Ashraf Ahmadzai, el pasado domingo, provoca una situación de caos en esa nación asiática.
Tras el hecho, cientos de residentes de la capital afgana se dirigieron inmediatamente a los bancos para retirar el dinero de sus cuentas, según reporta la agencia informativa Aljazeera. El objetivo de muchos era tomar el dinero en efectivo para luego abandonar el país.
La masiva concurrencia a las sucursales bancarias ocasionó demoras, congestiones y largas filas. Según usuarios de redes sociales, algunos no habrían podido retirar su dinero como consecuencia de esta situación.
«Estoy aquí para retirar mi salario, el Gobierno no está solucionando nuestros problemas. Estoy aquí desde las 6:00 AM y nadie nos presta atención», dice un policía que fue entrevistado por Bloomberg.
También los mercados de cambio de divisas entraron en pánico, especialmente luego de que el precio de la moneda afgana bajara drásticamente el pasado viernes.
«Mantuve reuniones el sábado para tranquilizar a los bancos y a las casas de cambio, para que se calmen. No puedo creer que eso fuera un día antes de la caída de Kabul», escribió en su cuenta de Twitter Ajmal Ahmady. Este individuo se desempeñó como presidente del Banco Central de Afganistán hasta el domingo, día en que abandonó el país, tal como lo hizo el presidente Ahmadzai y otros funcionarios de su gobierno.
El hecho puso en evidencia los problemas que ocasiona la falta de portabilidad del dinero fíat, es decir, del que es emitido por los Estados e impuesto por mandato.
