Los adultos mayores se someten cada vez más a este tipo de intervenciones. Cuáles son los límites.
Por tn.com
La cirugía plástica implica cambiar, reparar, reconstruir o mejorar la forma o función del cuerpo físico. Con frecuencia, se ve solo como una forma de hacer que las características se ajusten a los estándares de belleza actuales. Y en un momento, esto era cierto.
“A medida que alguien envejece, no solo a veces desarrolla afecciones crónicas de salud, sino que su cuerpo también pasa por cambios. Los cambios que una persona experimenta deben tenerse en cuenta cuando se habla de cirugía plástica”, plantea Marlen Bustillos (M.N. 94.065), especialista en Cirugía Plástica Estética y Reparadora con experiencia en quemados y heridas complejas.
Los cambios corporales que ocurren con el paso del tiempo incluyen:
Musculatura. Disminución de la masa, la fuerza y la capacidad de sanar.
Nervios. Disminución de la conductividad y la capacidad de curación y aumento de la neuropatía.
Tendones y huesos. Aumento de la rigidez, deterioro de la cicatrización, pérdida de densidad ósea y aumento del riesgo de fracturas.
Adiposidad. Redistribución en el lugar donde está la grasa y disminución de las cantidades debajo de la piel.
Piel. Adelgazamiento, disminución de la capacidad para sanar, alteración del flujo sanguíneo, fragilidad y desgarros.
“La cirugía reconstructiva implica devolver el cuerpo a lo que solía ser. Reparar una parte del cuerpo por razones médicas se considera algo bueno”, señala la experta y menciona como ejemplos:
Reconstrucción mamaria después de tratamientos contra el cáncer.
La reparación facial después de un accidente que destruye la estructura de la cara.
Reparar un paladar hendido.
Rinoplastia para corregir una fractura de nariz para mejorar la respiración.
La blefaroplastia que extirpa el exceso de piel de los párpados.
Positividad corporal vs. cirugía plástica
Algunos que promueven la positividad corporal sienten que someterse a una cirugía plástica está totalmente en contra de lo que representa el movimiento. Se supone que la persona debe amar un cuerpo tal como es. Si se somete a una cirugía plástica, no le gusta su cuerpo tal como es.
“En mi opinión, alguna cirugía plástica puede ser buena. Por ejemplo, mejorar las áreas de pequeñas maneras, para mantener un aspecto natural, para mantener lo que ya está ahí. Esto se considera que tiene una influencia beneficiosa y aumenta la positividad corporal de una persona”, afirma Bustillos.
La cirujana cree en la idea de que se puede cambiar el cuerpo para amarlo aún más: “Estoy de acuerdo en que el cuerpo de cada persona es diferente y debe cuidarse individualmente”.
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