n un elegante apartamento parisino, cerca del famoso Arco del Triunfo, los periodistas se encuentran con un misterio. Aunque el nombre en el timbre dice “Zacarías”, nadie responde a sus llamadas. Los vecinos afirman que la familia no ha sido vista desde la pandemia. Sin embargo, se descubre que el apartamento fue adquirido en 2016 por una empresa vinculada a Haiman El Troudi, diputado y exministro venezolano. Con información de Armando Info.
Pero esto es solo la punta del iceberg. Otros empresarios sudamericanos, como los hermanos Oberto Anselmi y el hijo de un exministro brasileño, también han invertido en propiedades de alto costo en Francia. Una investigación conjunta de Armando.info y varios aliados periodísticos revela que estas personas están vinculadas a casos de corrupción y lavado de dinero.
Francia, con su abundancia de propiedades de lujo, se ha convertido en un destino atractivo para aquellos que buscan blanquear dinero ilegalmente. Aunque existen registros de propiedad, los activistas anticorrupción señalan que la falta de aplicación de la ley y las lagunas legales permiten el uso de propiedades francesas para ocultar fondos ilícitos.
La transparencia en la titularidad real de las propiedades es fundamental para combatir estos delitos. Sin embargo, algunos países han restringido el acceso a esta información después de que el Tribunal Supremo de la Unión Europea derogara las normas de divulgación pública el año pasado. Afortunadamente, organizaciones como la Oficina de Información y Datos de Investigación (BIRD) y Occrp han recopilado información valiosa sobre los beneficiarios efectivos y las propiedades inmobiliarias en Francia.
A través de entidades legales conocidas como “sociedades civiles inmobiliarias” (SCI), muchos ricos adquieren propiedades sin revelar su verdadera identidad. Aunque estas sociedades pueden tener fines legítimos, también se utilizan para crear opacidad y facilitar el lavado de dinero. Sorprendentemente, más de un tercio de las SCI no revelan al titular real, lo cual es ilegal.
La familia política del exministro venezolano Haiman El Troudi ha sido vinculada a la posesión de tres lujosos apartamentos en la capital francesa. Estos hallazgos, revelados en los llamados Pandora Papers, arrojan luz sobre las sospechas de corrupción y lavado de dinero que rodean a esta familia.
Uno de los apartamentos, ubicado en la prestigiosa Rue du Faubourg Saint-Honoré, fue adquirido por dos millones de euros a través de una empresa registrada en París en 2016. Esta empresa, inicialmente llamada Saint Mathis 238 y luego renombrada como SCI Republic, está en manos de la suegra y el yerno de El Troudi, Elita del Valle Zacarías y Pedro Donaciano Baptista Díaz. La transacción se llevó a cabo con la ayuda del empresario venezolano Domingo Amaro Rangel, quien tenía una opción de compra sobre el inmueble
Otros dos apartamentos, adquiridos mucho antes, fueron vinculados a la esposa e hijo de El Troudi. Estos apartamentos fueron comprados por la empresa Santa Elena Estates Inc., constituida en un paraíso fiscal del Caribe, San Cristóbal y Nieves. Los documentos de la filtración revelan que Elita del Valle Zacarías Díaz y Pedro Donaciano Baptista Zacarías eran los directores de esta empresa.
La esposa de El Troudi, María Eugenia Baptista Zacarías, y su suegra, Elita del Valle Zacarías Díaz, fueron beneficiarias de cuentas bancarias en las que presuntos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht fueron depositados. Estos sobornos se relacionan con contratos de construcción del Metro de Caracas, que El Troudi supervisaba.
Investigaciones anteriores también han señalado la posible implicación de María Eugenia Baptista Zacarías en una empresa offshore que habría recibido millones de dólares en sobornos de Odebrecht.
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