Fuentes bancarias de alto nivel indicaron a Banca y Negocios que el sistema coloca muy rápidamente todas las divisas que recibe del BCV.
Fuentes bancarias de alto nivel indicaron a Banca y Negocios que los bancos no están devolviendo divisas al Banco Central de Venezuela (BCV) cuando el ente emisor se las vende por concepto de intervención cambiaria, ya que las instituciones están comprometidas con satisfacer la demanda de sus clientes.
Los informantes señalan que hace muchos meses que no se producen reintegros de divisas asignadas por intervención cambiaria a los bancos y que, incluso, el problema es que a veces la oferta del BCV no resulta suficiente para satisfacer la demanda.
De hecho, se ha llegado a una situación de equilibrio en la cual los bancos consiguen vender las divisas suficientes en función de las solicitudes de sus clientes en un ciclo muy rápido.
Hay entidades que están recibiendo más de 10 millones de dólares que se colocan muy rápidamente, señalan las fuentes consultadas.
El mercado luce estable y, de hecho, la brecha entre el precio oficial de la divisa estadounidense y la cotización paralela se ha mantenido entre 5% y 6% en las últimas tres semanas, según indica el analista financiero Francisco Sanabria Avella.
El monto acumulado de intervención en lo que va de septiembre es de 114 millones de dólares, cuando ya se transita en el cierre de la primera quincena, lo que podría permitir proyectar un monto cercano a los 300 millones de dólares para todo el mes, si las cosas siguen como van.
En todo caso, la proyección luce muy inferior a los 370 millones de dólares que el BCV vendió a los bancos en septiembre del año pasado.
Con nueva venta, el BCV acumula un costo de intervención de 2.640 millones de dólares en 2023, 25% por debajo de los 3.300 millones que llevaba acumulados en el mismo lapso del año pasado.
El ajuste monetario se mantiene con la aplicación de otras herramientas, además de la intervención cambiaria, como la emisión de Títulos de Cobertura y la presión con el encaje legal que se ejerce sobre el sistema bancario, además de una dinámica de emisión de liquidez más controlada.