Miles de personas en el mundo se ven obligadas a emigrar de sus países. Un trago que no suele ser agradable y que deja secuelas a nivel emocional en la mayor parte de los casos. Tanto, que puede propiciar la aparición de lo que se conoce como síndrome de Ulises, un cuadro psicológico también conocido como síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple, y que se trata de un fuerte malestar emocional que viven las personas que han tenido que dejar atrás el mundo que conocían en situaciones extremas. Sobre él hemos hablado con la experta Angie Bru, médica y creadora de la academia Angie Bru.
¿Qué es lo que se conoce como “síndrome de Ulises”?
Desde el año 2002, el brillante psiquiatra español Joseba Achotegui, experto en temas migratorios, describió un cuadro psicológico muy presente en las personas que migran. Lo denominó el “síndrome de Ulises” tomando como referencia al héroe de la mitología griega que Homero describe en la Odisea, quien vivió una larga y complicada travesía, enfrentando situaciones extremas y padeciendo enormemente.
El objetivo de Achotegui era visibilizar el padecimiento de más de millones en el mundo, y así poder concienciar al personal de salud para brindar una mejor atención a estas personas.
No es un trastorno mental, pero sí un cuadro de estrés severo. Ahora también es conocido como “síndrome de estrés crónico del inmigrante” y describe la experiencia psicológica, emocional y física que enfrentan algunas personas que emigran a otro país, especialmente cuando su origen está en contextos culturales y socioeconómicos diferentes o realizan una migración forzada.
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