Un apartamento con vistas al mar, una celebridad de internet con más de 37 millones de suscriptores en YouTube y una oferta difícil de rechazar, ¿qué podría salir mal? “No es una mentira, no es una falacia, esta vaina es completamente verdadera: he comprado una casa en Venezuela”. Así anunció Luis Arturo Villar, más conocido como Luisito Comunica, su última inversión inmobiliaria. La compra no pasó desapercibida ni por el precio ni por la ubicación. Mientras millones de venezolanos buscan asilo y refugio en el extranjero, el influencer mexicano compró una nueva residencia en un país hundido en una profunda crisis política y humana, y a un módico precio de 20.000 dólares, según aseguró en un video.
Por ELÍAS CAMHAJI – EL PAÍS
“Yo sé lo que muchos están pensando”, dijo el youtuber. “¿No ves las noticias? ¿No sabes que este país está pasando por una situación muy complicada?”, preguntó de forma retórica. La polémica ha dividido a las redes sociales, con la escasez en el país sudamericano como gran telón de fondo. “Luisito Comunica se compró una casa en Venezuela en su segundo viaje al país, yo tengo toda la vida viviendo en Venezuela y no he podido reunir ni para un par de medias”, ironizó un usuario en Twitter. El anuncio de la compra del apartamento coincide con los diálogos sobre la crisis política venezolana que iniciaron en Ciudad de México el mes pasado.
“Cuando vi los precios a los que venden las propiedades en Venezuela, quedé muy sorprendido”, señala el youtuber. Una ganga y una inversión valiente para unos, usura y burla de la situación crítica que atraviesa el país para otros. En especial, por el tono que adopta el comunicador durante el recorrido que hace por la casa. “Conseguir hielo en muchos lados es complicado porque se va la luz en las tiendas y demás”, dice Villar en su video, que tiene más de tres millones de reproducciones, mientras muestra su refrigerador. “Está bueno tener un congelador en este país”, remata.
El apartamento se encuentra en la ciudad de Lechería (Anzoátegui), un conocido destino turístico en el noreste del país, y se vendió completamente amueblado: tiene lavadora, secadora, una sala y una cocina equipada y aparentemente recién renovada, sartenes y cubiertos incluidos. “Como que los dueños pasados dijeron (…) vámonos de aquí”, dice el influencer. “Yo considero que salí bastante beneficiado”, agrega.
Las redes sociales también se han hecho eco de la hiperinflación y la devaluación que sacude a Venezuela y cómo una propiedad similar en una zona turística en México, como la Riviera Maya, o en la capital le hubiera costado varias veces más. “Luisito haciendo lo que un ciudadano promedio no puede hacer” o “¿cuánto costaba la casa antes de la llegada del régimen de Nicolás Maduro?”, son algunas de las críticas que ha recibido.
Si se considera que un dólar equivale a poco más de cuatro millones de bolívares al tipo de cambio oficial, y que el salario mínimo mensual en Venezuela son siete millones de bolívares, 20.000 dólares es una cantidad prácticamente impagable en toda una vida para el grueso de los habitantes. La periodista Florantonia Singer refiere que un kilo de carne en el país sudamericano cuesta entre 3,9 y 5 dólares, es decir, casi todo lo que ganan en dos meses los venezolanos más pobres. El Banco Central de Venezuela da cuenta de un 264,8% de inflación en los primeros cinco meses de este año, mientras que en 2020 estuvo cerca del 3.000%.
La compra de la casa también ha dado pie a comentarios desde los extremos políticos y a los tópicos en torno al llamado socialismo del siglo XXI. El propio youtuber juguetea con el tema de las expropiaciones en el Gobierno de Maduro y de “ideologías” que defienden que “el que tiene más tiene que regalar su casa a los que menos tienen”. “Se escuchan varias historias de miedo de personas que pierden su casa nada más porque sí”, asegura. “Ya veremos, esperemos que no pase eso, sí existe esa preocupación”. El youtuber no ha estado exento de críticas en otras ocasiones en las que se ha acercado a la política, como cuando dijo que había sido su “sueño” conocer y hacer una entrevista al polémico presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en marzo pasado. El comunicador negó haber recibido dinero para reunirse con el mandatario centroamericano, que ha sido señalado por sus constantes ataques a la prensa, su personalismo en la silla presidencial y sus choques con el legislativo y el poder judicial.
También hubo varios seguidores del influencer que salieron en su defensa y que le agradecieron que apostara por Venezuela. Villar defendió que la crisis “no es igual en todo el país” y justificó que “era un buen momento para invertir”. “Soy alguien al que le gusta estar buscando qué hacer con su dinero”, aseguró Luisito Comunica, pareja de la venezolana Arianny Tenorio desde el año pasado.