Comprender a fondo el VIH y el SIDA, además de sus diferencias, es de suma importancia, más aún en vísperas a que se conmemore el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Es por eso que buscaremos comprender estos conceptos, aclarando algunos aspectos importantes de esta enfermedad.
Por Infobae
El VIH, o virus de inmunodeficiencia humana, es el causante de la infección que lleva su nombre, y pueden referirse al virus y a la infección que causa. Ataca las células (linfocitos CD4) del sistema inmunitario que combaten las infecciones, debilitando la capacidad del organismo de luchar contra infecciones y ciertos tipos de cáncer. Sin un tratamiento adecuado, este patógeno puede destruir gradualmente el sistema inmunitario, llevando a un deterioro significativo de la salud.
Por otro lado, el SIDA, o síndrome de inmunodeficiencia adquirida, representa la fase más avanzada de la infección por el VIH. Es el punto en el que el daño al sistema inmunitario es tan severo que el cuerpo pierde su capacidad de luchar contra infecciones y enfermedades. De todas maneras, con un tratamiento adecuado, el sistema inmunitario se puede recuperar.
La transmisión del VIH ocurre a través del intercambio de ciertos fluidos corporales, como son la sangre, el semen, los flujos vaginales y rectales, y la leche materna. Las vías comunes de transmisión incluyen relaciones sexuales sin protección, compartir agujas (para tatuajes o inyecciones) y, en algunos casos, de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia, que se denomina transmisión perinatal.
Para leer la nota completa, aquí