Ambos fueron ataques aéreos contra bases militares, pero las similitudes terminan ahí. El bombardeo iraní de más de 300 misiles y drones dirigidos contra Israel el 13 de abril (su respuesta al mortífero ataque aéreo dos semanas antes contra el complejo diplomático iraní en Damasco) no podría haber sido más público. Las autoridades lo anunciaron mientras los proyectiles aún estaban en vuelo, y su trayectoria a través del Medio Oriente fue rastreada por videos en las redes sociales que los mostraban cruzando el cielo nocturno.
La aparente represalia de Israel cinco noches después, por otro lado, estuvo envuelta en la niebla de la guerra. Horas después de que comenzara, no ha habido confirmación oficial por parte de Israel, y desde Irán sólo han surgido los detalles más vagos. El ataque fue de escala limitada, por lo que es posible que Irán no se sienta obligado a tomar represalias nuevamente. Aún así, después de décadas de guerra clandestina, las dos potencias más fuertes de Medio Oriente ahora han intercambiado golpes en el territorio de la otra, un precedente siniestro.
Lo que está claro es que, en las primeras horas del 19 de abril, Irán activó sus defensas aéreas en una base aérea cerca de la ciudad central de Isfahán. También suspendió temporalmente los vuelos en Isfahán y varios otros lugares, incluida la capital, Teherán. Funcionarios estadounidenses anónimos filtraron que Israel había disparado misiles contra su antiguo enemigo, aunque otros informes señalan que utilizó una pequeña cantidad de drones.
Irán intentó restar importancia al incidente. Un corresponsal de la televisión estatal dijo a los espectadores que todo estaba en calma en Isfahán y que las explosiones escuchadas por los residentes provenían de las defensas aéreas iraníes, no de proyectiles entrantes. Un portavoz de la agencia espacial iraní dijo que tres pequeños drones fueron derribados y el ataque frustrado. Las cuentas de redes sociales vinculadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CIRG) hicieron circular fotografías de archivo de pequeños cuadricópteros para burlarse del tamaño del ataque.
Los mercados petroleros también hicieron caso omiso. El precio del crudo Brent saltó más de 3 dólares, hasta superar los 90 dólares el barril, en medio de los primeros informes de explosiones en Irán. Sin embargo, a medida que surgieron más detalles, redujo esas ganancias y, a media tarde, en Oriente Medio cotizaba ligeramente por debajo del precio del día anterior.
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