En lo que respecta al envejecimiento, tendemos a asumir que la cognición empeora a medida que envejecemos. Nuestros pensamientos pueden volverse más lentos o confusos, o podemos empezar a olvidar cosas, como el nombre de nuestro profesor de inglés de la secundaria o lo que queríamos comprar en el supermercado. Pero esto no le ocurre a todo el mundo.
Por: La Nación
Desde hace algo más de una década, los científicos estudian un subconjunto de personas a las que llaman “superancianos” (Super-Agers). Estos individuos tienen 80 años o más, pero poseen la capacidad de memoria de una persona entre 20 y 30 años más joven.
La mayoría de las investigaciones sobre el envejecimiento y la memoria se centran en el otro lado de la ecuación: quienes desarrollan demencia en sus últimos años. Pero, “si estamos constantemente hablando de lo que va mal en el envejecimiento, no estamos capturando el espectro completo de lo que sucede en la población de adultos mayores”, afirmó Emily Rogalski, profesora de neurología en la Universidad de Chicago, quien publicó uno de los primeros estudios sobre superancianos en 2012.
Un artículo publicado el lunes en la revista Journal of Neuroscience ayuda a comprender mejor qué tienen de especial los cerebros de los superancianos. La principal conclusión, junto con un estudio complementario publicado el año pasado sobre el mismo grupo de individuos, es que sus cerebros presentan menos atrofia que los de sus pares.
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