El presidente venezolano retó al magnate, también dueño de Tesla y Space X, a una pelea tras un cruce de insultos. ‘Si gano yo, él dimite como dictador de Venezuela; si gana él, le invito a un viaje gratis a Marte’, le respondió Musk. Detrás hay intereses ideológicos.
Para Nicolás Maduro, Elon Musk es un “nuevo archienemigo” que quiere invadir a Venezuela “con sus cohetes”. Mientras que el magnate, dueño de la red social X, considera al mandatario venezolano un “payaso” al que compara con un “burro”.
El cruce de insultos entre ambos se desató en X luego de los cuestionados resultados de las elecciones en Venezuela del 28 julio dejando al descubierto la bronca mutua ante millones de internautas.
Todo comenzó cuando Musk comenzó a publicar mensajes que denunciaban el presunto fraude electoral en Venezuela. Entre los mensajes reenviados por Musk estaban los de la líder opositora venezolana María Corina Machado y otros gobernantes con los que Musk lleva tiempo mostrando gran sintonía, como el argentino Javier Milei o el salvadoreño Nayib Bukele.
Incluso, Musk se aventuró a republicar un cartel antiguo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en la que aparece la cara de Maduro y una recompensa de 15 millones de dólares para quien ayude a arrestarlo.
El multimillonario dejó de lado la costumbre de escribir en inglés y escribió en español con errores de ortografía: “Adios Dictadora Maduro (sic)” junto a un video de unos manifestantes derribando una estatua de Hugo Chávez.
Incluso, antes de la votación, Musk publicó: «Es hora de que el pueblo venezolano tenga la oportunidad de un futuro mejor. ¡Apoye a María Corina!», en referencia a la carismática líder, protagonista de la campaña opositora por las presidenciales.
Por supuesto, Maduro no dudó en responder y el cruce de palabras no tardó en adquirir el tono de una especie de pelea callejera.
En un acto público televisado, Maduro calificó a Musk -dueño también de Tesla y Space X- como «el padrino de la extrema derecha latinoamericana» y que en realidad «está desesperado y ya quisiera venirse con sus cohetes y su ejército a invadir Venezuela» después de que ya «controla Argentina y controla Ecuador».
Ahí Maduro pasó al tono retador: «Elon Musk, ¡quien se mete conmigo, se seca! (…) ¿Quieres pelea? ¡No te tengo miedo!, donde quieras, en los barrios… ¡Si tú quieres, yo quiero!», le espetó, después de elevar a Musk a la categoría de «nuestro nuevo archienemigo».
Fue el propio Musk el que reposteó el video donde Maduro lo retaba, acompañándolo de un insulto: «Maduro el Burro», luego dijo «El burro sabe más que Maduro» (ambos en español), y finalmente, no contento con la subida de tono, concluyó: «Perdón por comparar al pobre burro con Maduro. Es un insulto al pobre animal» (también en español).
¿Qué hay detrás de la pelea entre Maduro y Musk?
Musk y Maduro son dos figuras que suelen buscar enfrentamientos con aquellos que considera como sus enemigos. Multimillonario y partidario de Trump, Musk es todo lo que el chavismo dice detestar, mientras que, para el empresario, Maduro es la representación del líder que impide el desarrollo económico y el libre mercado.
“Tanto a Musk como a Maduro le gusta figurar y buscar enfrentamientos. Para Musk es una oportunidad para mostrar su interés por la democracia. Para Maduro, pelear con uno de los hombres más ricos del mundo es distraer la atención de las múltiples crisis que enfrenta Venezuela”, le dijo a este diario Michael Shifter, profesor adjunto de estudios latinoamericanos en Universidad de Georgetown.
Y es que, por un lado, Maduro y el chavismo enfrenta una presión inédita por pate de la comunidad internacional para que revele las actas que le dieron el triunfo en las urnas este domingo. La oposición y los observadores internacionales creen que el gobierno venezolano adelanta una estrategia para eludir la publicación de los verdaderos resultados.
Mientras que, con casi 192 millones de seguidores, Musk se ha convertido en una voz influyente de X, antes llamada Twitter, que compró en 2022 por 44.000 millones de dólares. El empresario se ha empezado a catalogar en los últimos años como una figura alineada en la derecha del espectro ideológico apoyando a líderes como Javier Milei, Jair Bolsonaro, Nayib Bukele y Donald Trump, y fustigando, por el contrario, a figuras como Maduro.
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