Jose María Nogueroles es un banquero venezolano dedicado a lavar dinero para narcotrafficantes
La Asociación Bancaria de Venezuela desarrolló recientemente, una reunión virtual donde se designaron nuevas autoridades para el período 2021-2022. Además de extremar las medidas de bioseguridad debido a la pandemia del covid-19, reseñó Descifrado.
La nueva Junta Directiva elegida está integrada por los señores: Nelson Acosta Bracho (vicepresidente primero), Agustín Antón Burgos (vicepresidente segundo), José Grasso Vecchio (vicepresidente tercero), Juan Carlos Dao Yanes (vicepresidente cuarto), Jorge Luis Nogueroles García (director), Víctor Vargas Irausquín (director), César Navarrete Riobueno (director), Fortunato Benacerraf Saias (director), Michel Goguikian (director), Luis Eduardo Pérez Figueroa (director), Octavio Maza Duerto (director) y María Isabel López Salgado (director), reveló Descifrado.
Entre tanto, la Comisión de Ética, quedó conformada por: Jorge Luis Nogueroles García (presidente), Arístides Maza Tirado (vocal), Nelson Acosta Bracho (vocal), Agustín Antón Burgos (vocal), José Grasso Vecchio (vocal), Juan Carlos Dao Yanes (vocal) y Luis Eduardo Pérez Figueroa (vocal).
Por otro lado, fue aprobada la reforma parcial de los estatutos sociales, propuesta durante la celebración de la Asamblea, y en la que se incorporó la figura de un presidente ejecutivo, cuya designación -por parte de la nueva Junta Directiva de la ABV- recayó en José María Nogueroles López, de conocida pero escandalosa trayectoria en el sector financiero venezolano desde hace muchísimos años, además de haber sido presidente de la Junta Directiva de la Asociación Bancaria durante el periodo 1994-1998.
Los escándalos de Jose María Nogueroles
José María Nogueroles es presidente del Banco Nacional de Crédito. El grupo bancario de Nogueroles se vio envuelto en un escándalo en Puerto Rico por sus nexos comerciales con el capo Walid Makled, quien había realizado ciertas colocaciones en un banco boricua propiedad de los Nogueroles.
Durante el Gobierno de transición de Ramón J. Velásquez y en el segundo mandato del expresidente Rafael Caldera, la esposa de Nogueroles, Absara Mariani de Nogueroles, ocupó altos puestos en la administración pública en Venezuela, incluyendo el de haber sido directora nacional de registros y notarías.
José María Nogueroles no ha ofrecido nunca explicaciones sobre sus misteriosos negocios junto al también banquero Julio Herrera, propietario del quebrado y liquidado Banco Real.
De haberse producido una investigación pudieron haberse encontrado ciertas sorpresas sobre la compra de activos y la cartera de clientes del desaparecido Stanford Bank de Venezuela.
Era obvio que aquella entrevista publicada y pagada en la revista Poder 360º el 25 de septiembre, en la cual José María Nogueroles puntual y afable, saludando con un fuerte apretón de manos, informaba que no le temía al Socialismo del Siglo XXI escondía la misma verdad cuando en marzo de este año desmentía que estaba vendiendo el BNC a Carlos Gill, o que con la metida de pata con lo del Stanford no vieron riesgo, sino una oportunidad de aportar al sistema financiero. O que para nada le temía a la nueva competencia bancaria. “En modo alguno estoy inquieto por los nuevos actores y no sé qué tan jóvenes sean. Un jugador viejo como yo, que conoce el mercado nacional desde la A hasta la Z no debe estar inquieto. No los conozco pero aprenderemos a jugar y a competir con ellos. Si no puedo jugar de delantero, lo haré de defensa o de portero. Estoy dispuesto a atajar todos los penales”.
Pues sería a los jueces penales. Porque después de tantos desmentidos, intentó vender el Banco Nacional de Crédito a Julio Herrera Velutini, quien quería rescatar la tradición familiar de buen servicio con el centenario Banco Caracas, al que le puso con su proyecto Banco Continental, para no perder por lo menos las iniciales BC.
“Los que conocen a Nogueroles, dicen que para entenderlo hay que leerlo entre líneas y hacer todo lo contrario a lo que declara en público, aunque en su entrevista se le resbaló el subconsciente cuando dijo que “Yo creo que el Estado nos está poniendo un corsé con las regulaciones actuales, a veces demasiado fuertes, como las gavetas. Nos están regulando con el activo, con el pasivo y en lo que concierne al otorgamiento de créditos a una economía que no existe en su totalidad. No hay capacidad en el mercado para atender las gavetas. Como banquero me opongo formalmente a esta política. Las imposiciones oficiales han colocado al sector bancario contra la pared en ciertos aspectos. “Nosotros como sistema financiero tenemos dos entes: la Asociación Bancaria y el Consejo Bancario, que deberían estar defendiendo más nuestros intereses. La banca privada forma parte fundamental del sistema financiero privado y yo soy un acérrimo defensor del mismo”.
Y la última de las pinochadas “Tengo 55 años en Venezuela y no me voy a ir. Me gusta este país y me siento bien aquí. Este es el mejor país del mundo. Que las condiciones transitorias sean difíciles, bueno, todos los países han pasado por dificultades. Es indudable que tenemos que amoldarnos a conceptos nuevos. Los empresarios exitosos se adaptan a las circunstancias variantes. Y quiero integrarme a lo que la autoridad me exija. Puedo estar de acuerdo o no, ese es un derecho que tenemos todos los ciudadanos. Y si no estuviese a favor de todo, pues entonces tengo que cerrar mi negocio o dejar de trabajar. Mientras haya resquicios en donde yo pueda continuar operando, a satisfacción de los usuarios y de la autoridad supervisora, yo me siento cómodo”.
En el año 2010 alguien dijo: “No hace un año le estaban solicitando privativa de libertad por el caso de Viasa, un mes antes en febrero del 2009 estaba vendiendo el banco, en mayo a cuenta de quién sabrá qué, el ente supervisor le entuba al Stanford y colorín colorado, el cuento se ha terminado. Pero la historia continuó, en octubre vuelve a intentar vender el banco y el dos de noviembre, agentes del Departamento Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se presentaron en las oficinas del Caracas International Banking Corporation (Cibc), en Puerto Rico, para ejecutar cuatro órdenes de investigación (congelamiento de fondos) a 49 cuentas de sus clientes, que en su mayoría son casas de bolsa y personas naturales de Venezuela, el banco que José María Nogueroles fundó el 11 de agosto de 1989, en San Juan. Ya que el 25 de marzo del 2009, la DEA congeló los fondos que en el Bank of America mantenía Rosemont P. Financial, del indo-venezolano Rama K. Vyasulu. En noviembre del 2008, la DEA empezó una operación encubierta y le puso un “peine” a Vyasulu. Realizó transacciones “de dudoso origen” que sumaron cerca de $900.000, y Vyasulu aceptó. El 25 de marzo lo detuvieron con una acusación de blanqueo de capitales: lavado de dinero. “El señor Vyasulu no tiene ninguna relación con nosotros”, insistía Nogueroles. “Nunca con la administración actual. En 1994 estuvo seis meses cuando se fundó el banco, como empleado. No tiene nada que ver el señor Vysaulu, ni lo conozco ni se quien es”. Sin embargo, en las láminas Power Point que Vyasulu utilizaba para promocionarse en el país decía que fue vicepresidente corporativo del Dresdner Bank, que fue oficial de regulación y supervisión para América Latina de la Reserva Federal de Atlanta, que fue vicepresidente ejecutivo del Banco Caracas y que participó en la creación de Bancaracas International Banking Corporation, el de Puerto Rico. Y en 2010 Como quien no quiere las cosas, en Gaceta del 4 de enero la Comisión Nacional de Valores, habiendo constatado que se ha dado cumplimiento a la totalidad de los requisitos tanto legales como normativos, publicó unas autorizaciones viejas sobre la emisión de papeles al portador por 15 millones de bolívares a Envases Venezolanos, S.A., y al Banco Nacional de Crédito como el representante común de los tenedores de los papeles comerciales, antiguos compañeros del banco Provincial por cierto, y el 7 de enero vuelven a publicar la aprobación al banco como Representante Común Definitivo de los Tenedores de las Obligaciones Quirografarias al Portador por un monto de otros 15 millones de bolívares emitidas por Inversiones Selva, cuya oferta pública por 86 millones de bolívares y su representante fueron aprobados por la CNV mediante Resolución N° 208-2008, del 17 de octubre del 2008.”