Beijing quiere controlar la cantidad de hijos que tengan las familias, preocupado por la baja natalidad
Por más de tres décadas el gobierno chino ha controlado rigurosamente el crecimiento demográfico ante el temor de una superpoblación que pusiera en aprietos la economía y la estabilidad social del país. En este sentido, hasta hace poco regía una ley que prohibía a las parejas tener más de un hijo, además de obligar a muchos hombres y mujeres a someterse a metodos de esterilizacion. Ahora, mientras el régimen conducido por Xi Jinping busca revertir la abrupta caída en la natalidad experimentada en los últimos años, los hospitales rechazan a los hombres que buscan realizarse una vasectomía.
El diario norteamericano The Washington Post estuvo en contacto con Zhao Zihuan, quien fue madre por primera vez el año pasado luego sufrir dos abortos involuntarios y de ser sometida a una cesárea en un procedimiento de emergencia tras permanecer en trabajo de parto durante siete horas. Luego de esta experiencia traumática y teniendo en cuenta el riesgo al que se exponían tanto ella como su pareja decidieron que no querían tener otro hijo y comenzaron a averiguar para una vasectomía. Sin embargo, al principio solo fueron rechazados por distintos hospitales y uno de los doctores hasta les llegó a decir que la cirugía ya no estaba autorizada bajo las nuevas reglas de planificación familiar del país.
Un director de un hospital en la ciudad de Jingzhou, que se identificó ante el periódico norteamericano como Yang para evitar represalias por hablar con un medio extranjero, aseguró que “es una cirugía bastante sencilla en teoría, pero los hospitales públicos casi siempre rechazan a los pacientes porque somos conscientes de los riesgos que conlleva hacer algo que no está explícitamente aprobado por el gobierno”. “La política fundamental es que China necesita más partos”, agregó.
China viene de documentar en 2020 el año con menos cantidad de nacimientos de las últimas siete décadas, con 8,5 nacimientos cada 1000 personas, de acuerdo a información oficial publicada en noviembre. Además, tiene una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo, siendo esta 1,3 hijos por mujer. Es por esto que el gobierno ahora busca revertir los efectos de su política anti nacimientos alivianando los controles de natalidad y de planificación familiar y otorgando subsidios monetarios y licencias por maternidad y paternidad más largas para fomentar a las parejas a quedar embarazadas.
Si bien la ley hoy protege los derechos reproductivos de los ciudadanos -incluida la selección de métodos anticonceptivos- y no existe ninguna prohibición oficial que restrinja las vasectomías, las ligaduras de trompas o los abortos, estos tienen que ser aprobados por los departamentos de salud de las distintas provincias y ciudades; lo que suele poner trabas difíciles de superar para los pacientes.
El temor que sufren algunas parejas hoy tiene que ver con la posibilidad de que, en línea con su autoritarismo, el régimen recurra a medidas más contundentes y restrictivas para impedir o obstaculizar el acceso a métodos anticonceptivos. En septiembre el Consejo de Estado publicó una guía en la que instaba a los gobiernos locales a intentar reducir el número de abortos por “razones no médicas”.
Los casos de hombres que llegan a hospitales en busca de hacerse esta cirugía y son rechazados continúa en aumento, con ya muchas de estas instituciones que directamente dejaron de ofrecerla. Otras decidieron no hacérsela a quienes no estén casados y, otras, pedir evidencia de que la pareja ya había tenido hijos para proceder con la intervención.
Durante la era de la ley de un solo hijo las vasectomías eran un tema algo tabú pero que, dependiendo de la ciudad o provincia, estaba más aceptada. Desde que el gobierno alivió las reglas de planificación familiar –en 2016 se implementó la política de 2 hijos por pareja– ha habido una abrupta caída en la realización de esta operacion: de 149.432 realizadas en 2015 se pasó a 4.742 en 2019. En mayo de este año el gobierno volvió a modificar la ley y se permitió a las parejas tener hasta 3 hijos.
Luego de anunciada la nueva normativa con respecto a la cantidad de hijos permitidos, la necesidad de realizarse una vasectomía se volvió más urgente para muchos debido al temor a que se impongan restricciones al aborto al acceso a los anticonceptivos. Jiang, un hombre de 30 años, visitó seis hospitales de su provincia antes de encontrar uno a casi 2000 kilómetros de distancia, en otra provincia, que aceptara realizarle la operación. Luego de su cirugía, en marzo, publicó la información del hospital en línea para que otros en su situación pudieran acudir, pero luego se enteró por otro usuario que el hospital ya no ofrecía la intervención, según cuenta The Washington Post.
Al final, Zhao y su esposo encontraron un pequeño hospital fuera de su provincia que aceptó realizar la operación. Cuenta su esposo que incluso cuando ya estaba en la camilla de operación el medico intentó convencerlo de que no siguiera adelante con el procedimiento. “Ya he dicho que quiero hacerlo. Lo voy a hacer de verdad”, recuerda el marido de Zhao que le dijo al médico. Declinando dar su nombre por motivos de privacidad, añadió: “Al final somos nosotros, no el gobierno, los que tenemos que criar a un niño”.