Stanley Kubrick es uno de los directores cinematográficos más creativos, ingeniosos y polémicos de la industria. Considerado como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, sus películas se han convertido en piezas de arte para los amantes de la pantalla grande. Si bien es difícil catalogar a Kubrick en un género en particular, la crítica le ha otorgado el amplio lugar de híbrido para definir a sus films, que combinan cine negro, erotismo, sensualidad, crudeza, ciencia ficción y terror.
Por Infobae
No hay una película del director estadounidense igual a otra y, sin embargo, todas tienen su sello indiscutible. Él inventó un plano cinematográfico que los estudiosos de sus películas llamaron “la mirada Kubrick”. Se trata de una técnica en la que el personaje mira directamente a cámara y así logra sacudir al espectador sin mucho más artilugio que un plano cerrado sobre su rostro tomado desde arriba. Es una estrategia que el director empleó intensamente para mostrar los desequilibrios de sus personajes.
Kubrick nació el 26 de julio de 1928 en Manhattan, Estados Unidos. Con el tiempo, se radicó en el Reino Unido y se nacionalizó británico. Allí murió, a los 70 años, de un paro cardiaco mientras dormía, en su residencia de Childwickbury Manor, en el condado de Hertfordshire. Su muerte ocurrió apenas cuatro días después de una sesión privada para su familia y actores de su último film, Ojos bien cerrados (Eyes wide shut), protagonizado por Tom Cruise y su esposa de ese momento, Nicole Kidman.
Fue director de cine, guionista, productor y fotógrafo. A los 16 años su pasión por la fotografía lo llevó a integrar el staff permanente de la Revista Look. Más tarde, incursionó en el cine y no lo abandonó nunca más. Otro de sus hobbies fue el ajedrez, deporte que según sus críticos le hizo agudizar su minuciosidad por los detalles y su perfeccionismo. Al respecto, el propio Kubrick definía: “Los periodistas utilizan la palabra perfeccionismo para agredirme, y me parece injusto. Si intentas hacer algo, procuras que resulte lo mejor posible. Nunca desperdicio ni mi tiempo ni mi dinero, solo trato de hacer bien las cosas”.
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