El actor Jeremy Strong, conocido por su icónica interpretación de Kendall Roy en la aclamada serie Succession, comentó que ha experimentado un notable viaje emocional y profesional en los últimos años. En una reciente entrevista con The Sunday Times, el intérprete reflexionó sobre su papel como Kendall en la aclamada producción de HBO, en la que dio vida a un personaje trágico y complejo que lo absorbió durante siete años.
“Kendall fue el regalo incalculable de un material que era un banquete”, compartió Strong. Sin embargo, a pesar de lo enriquecedor de su experiencia, reconoció que “la lucha de Kendall era difícil de llevar”. A lo largo de la historia que desarrolla el show, el actor se sumergió tan profundamente en el papel que, en su momento, tuvo que imaginar cosas terribles sucediendo en su propia vida para prepararse mentalmente: “Me jodió”, confesó.
A medida que Jeremy dejó atrás a Kendall, se dio cuenta de que había “redescubierto el juego” y que a veces había perdido de vista la alegría. Esta transformación personal se hizo más evidente tras un retiro de meditación silenciosa que realizó recientemente: “Hay tanto ruido y ajetreo ahora. Necesitaba esto”. Con una nueva perspectiva, Strong expresó que está emocionado por lo que vendrá en su carrera, diciendo: “Hay tanto más que quiero hacer”.
Dentro de la historia de la serie, Kendall Roy es un personaje complejo y multifacético que ha pasado su vida preparándose para ser el heredero de su padre, Logan Roy. A pesar de su asertividad y confianza exterior, está plagado de ansiedad y dudas internas, lo que lo lleva a abusar de sustancias y a comportamientos erráticos en un intento por encontrar consuelo. Su lucha con la adicción le genera un distanciamiento de su esposa e hijos, y a menudo se siente atrapado en el deseo de emular la despiadada naturaleza de su padre.
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