Según el investigador, Luis Zambrano Sequin del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB.
Un llamado a comprender los peligros patrimoniales, operativos y de solvencia a los que están expuestas las instituciones financieras del país, en medio de la progresiva dolarización de sus captaciones, independientemente de si otorgan créditos en bolívares o en divisas, hace el investigador, Luis Zambrano Sequin.
En efecto, el planteamiento lo hace a través de un breve ensayo, titulado «Riesgo cambiario en el sistema financiero en una economía bimonetaria» y publicado como parte de la serie «Notas sobre la economía venezolana» del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB.
«En una economía pequeña, abierta y con un mercado financiero poco profundo y no diversificado, aunque toda la deuda, financiera y no financiera, estuviese denominada en moneda nacional, una depreciación del tipo de cambio podría generar una crisis financiera, por los efectos contractivos y redistributivos que la variación del tipo de cambio pudiese tener sobre los deudores y depositantes de los bancos. La crisis financiera en Venezuela y de México en los noventas del siglo XX, y la crisis asiática en 1997, son ejemplos de crisis cambiarias que se traducen en crisis financieras», apuntó el economista en el documento.
Zambrano Sequín, quien también es individuo de número de la
Academia Nacional de Ciencias Económicas, insistió en que es «incorrecto» pensar que en una economía con un sistema financiero altamente dolarizado el riesgo cambiario desaparece.
«En la medida en que el grado de dolarización se profundiza, en el contexto de una economía bimonetaria, como parece ser la evolución esperada de Venezuela en el mediano plazo, el crédito en moneda extranjera tenderá a exceder al volumen de depósitos, consecuencia del multiplicador bancario que caracteriza a la intermediación financiera, aún cuando parte de los depósitos sea reservado a la manera de un encaje, legal o voluntario…. Aunque los bancos individualmente pueden mostrar balances que en apariencia no están expuestos a un problema de descalce de monedas, siguen siendo vulnerables a las modificaciones de la tasa de cambio«, precisó.
El experto hizo estas advertencias con el fin de que se diseñe un eficaz régimen regulatorio y se adelante una adecuada política monetaria y cambiaria en una economía bimonetaria como la que se ha venido configurando en el país en los últimos meses.
«Teniendo en cuenta, además, que en las economías dolarizadas, y especialmente en el caso de Venezuela, el Banco Central opera con importantes restricciones para ejercer su rol como prestamista de última instancia y solo tiene una reducida influencia en el comportamiento de los agregados monetarios, un diagnóstico equivocado del grado de exposición y los canales a través de los cuales se transmiten estos riesgos han sido factores que explican no pocas de las peores crisis financieras que se han padecido en América Latina, incluyendo el caso de Venezuela», aseguró.
Tomado de El Impulso.com