En el mundo de la corrupción en Venezuela hay un hombre que se hace llamar «Cintura». Su verdadero nombre es Alfredo Alejandro Marín Paraguan, un venezolano nacido en Ciudad Bolívar, que lideraría una red criminal dedicada al contrabando y lavado de activos de oro extraído ilegalmente en Venezuela.
Según una investigación conjunta entre autoridades de Venezuela y Estados Unidos, esta red estaría integrada por militares y civiles que se asociaron con Marín hace unos cinco años para movilizar grandes cantidades del mineral venezolano hacia el mercado estadounidense. Sin embargo, Marín los traicionó y se fugó con un cargamento muy valioso, dejándolos sin su parte del negocio. Cambió sus números telefónicos y sacó a su familia por Colombia, para borrar su rastro y evitar la venganza de sus antiguos socios, según investigaciones periodísticas, según la web Reporte.
El productor musical que lava dinero sucio
Desde entonces, Marín ha llevado una vida de lujo en Estados Unidos, donde se ha hecho pasar por productor musical y organizador de eventos. Estas actividades le han servido para ocultar el origen ilícito de su fortuna, producto del tráfico ilegal de oro. Además, tiene una compañía constructora sin licencias ni documentación legal, que usa para realizar trabajos ficticios que cobra a diferentes financieras mediante el robo de identidad y otras trampas ilegales.
Los cómplices en Doral
Para esta mega estafa inmobiliaria, Marín cuenta con la complicidad de personal interno de las compañías financieras y grupos de venezolanos residentes en la ciudad de Doral, en Miami. Estos se esconden detrás de otras fachadas de negocios de comida, envíos puerta a puerta y autopartes.
Actualmente, este delincuente se ha mantenido bajo perfil, pero las autoridades venezolanas han informado a las estadounidenses sobre las distintas bandas que operan en su territorio y que huyeron del país luego de cometer diferentes crímenes y delitos. En algunas imágenes se pueden ver las propiedades que maneja Marín en Estados Unidos, además del robo de identidad como Simón Escalona y sus socios en Doral.
