Los analistas y los mercados esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) retome, al término de su reunión de dos días de julio, la subida de tasas de interés, y lo haga en un cuarto de punto, tras el parón de junio.
Los mercados esperan que el banco central de Estados Unidos, cuyos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto están reunidos desde este martes, anuncie este 26 de julio un aumento de las tasas de un cuarto de punto, hasta situarse en una horquilla del 5,25 % al 5,50 %, superando los niveles de 2007.
La Fed retomaría de esta forma las subidas que había pausado el mes pasado para evaluar el resultado de la política monetaria alcista aplicada durante el último año para combatir la inflación.
En su última reunión, celebrada los pasados 13 y 14 de junio, la Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo sin cambios la tasa oficial, en una horquilla de entre el 5 % y el 5,25 %.
Sin embargo, en las actas de esa reunión casi todos los participantes ya apuntaron que «sería apropiado aumentar la tasa de interés oficial durante 2023».
Los miembros de la Fed defendieron que se necesario mantener una política monetaria restrictiva en vista de una inflación que continúa elevada pese a registrar caídas cada vez más pronunciadas y frente a la robustez del mercado laboral.
Estados Unidos: la inflación baja, pero no lo suficiente
La tasa de inflación en Estados Unidos cayó en junio un punto, hasta el 3 %, y se situó en su nivel más bajo desde antes de la pandemia, pero lejos del objetivo del 2 % del banco central.
La inflación en Estados Unidos ha bajado durante 12 meses consecutivos desde que en junio de 2022 batiera su récord de los últimos 40 años al situarse en el 9,1 %.
Ante esta inflación desbocada por la pandemia y la invasión rusa a Ucrania, la Fed comenzó el 17 de marzo de 2022 a subir los tasas. Primero un cuarto de puntos y medio punto más en mayo.
Después aceleró el ritmo con cuatro subidas de 75 puntos básicos y en diciembre pasado aumentó medio punto y este año comenzó a ralentizar el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos.
Esa ralentización se hizo más necesaria tras la incertidumbre desatada en el sistema bancario de EEUU por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank, que las autoridades lograron contener.
Además, el mercado laboral en EEUU sigue siendo fuerte, y en junio se crearon 209.000 empleos, mientras que la tasa de desempleo bajó una décima hasta el 3,6 %.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) subió en junio las tasas un cuarto de punto hasta el 4 %, nivel no alcanzado desde 2008, en vista de que la inflación subyacente sigue elevada.