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Armando.info: Gianfranco Napolitano, “Una ‘papa caliente’ con altavoz”

María Antonieta Segovia
armando.info

Gianfranco Napolitano pasó de tener una ferretería en el pueblo llanero de Tinaquillo a levantar más de 40 empresas entre Estados Unidos y Panamá. En el camino dejó una estela tan controversial que ni siquiera el bufete de Mossack Fonseca quiso tenerlo como cliente. Del chavismo obtuvo varios contratos públicos en el estado Yaracuy, desde donde huyó tras las acusaciones por corrupción contra el ex gobernador Carlos Giménez. Recientemente, mientras en Miami se declaraba en bancarrota, ponía su plataforma de medios a la orden del diputado Luis Parra, cabecilla de la llamada ‘fracción Clap’ que en enero intentó tomar por asalto la directiva de la Asamblea Nacional.  

“Tengo siete años en los Estados Unidos, tuve que venirme al exilio por enfrentar al régimen y al gobierno del hoy muerto Hugo Chávez y sus gobernadores regionales”.

Así se describía Gianfranco Napolitano frente a las cámaras de su canal televisivo Doral News TV en julio de 2015. Para entonces el empresario venezolano, oriundo del estado Cojedes -entidad llanera del centrooccidente del país-, se había convertido en propietario de una plataforma de medios de comunicación instalada en el estado de Florida tras una dilatada relación con el chavismo, que lo cobijó desde sus primeros pasos en su estado natal.

Rodeado siempre de amitiés dangereuses, Napolitano ha cultivado una extensa comunidad de amigos y colaboradores en ambos extremos del espectro político venezolano, y aunque hoy se erige como adalid del antichavismo su pasado lo traiciona. La amistad que mejor explica esos matices le llevó a contactar hace unos meses al controversial diputado Luis Parra, con quien mantiene cercanía en el también centrooccidental estado Yaracuy, donde desde hace años asentó buena parte de sus negocios.

Radicado en Florida desde el año 2009, Gianfranco Napolitano es propietario de una plataforma de medios de comunicación.

Parra, quien junto a otros parlamentarios de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional hizo en 2019 gestiones en beneficio de los empresarios Alex Saab y Carlos Lizcano (responsables de los negociados en torno a las importaciones para las cajas Clap), necesitaba ayuda urgente en enero de este año tras un espectacular salto de talanquera: había pasado de ser una cara desconocida en las filas opositoras a ser el presidente de facto de la Asamblea Nacional, por obra y gracia de las triquiñuelas del chavismo.

En medio de esa tormenta política, Napolitano ofreció a Parra su plataforma comunicacional en Florida para contrarrestar la fama de “traidor” asociada a su imagen. Con ello ambos revivieron el camino que cada quien decidió seguir hace quince años en el estado Yaracuy: Parra por los senderos de la política, Napolitano por el de los negocios.

Luis Parra comenzó su carrera política como dirigente estudiantil en el Instituto Universitario de Tecnología de Yaracuy. En 2005, en las planchas del partido político Convergencia -ese que concentró a los seguidores de Rafael Caldera desde 1993 y que por algún tiempo fue la primera fuerza política en Yaracuy, tierra natal del dos veces presidente- , alcanzó una curul en el Concejo Municipal de Independencia.

Ese mismo año, Napolitano -cuya experiencia se limitaba al comercio a través de una ferretería- empezó a acaparar las contrataciones para la venta y distribución de alimentos destinados a los programas sociales de la gobernación de Yaracuy. Pero no tardó mucho en decantarse por el negocio mediático. Así, se convirtió en propietario del diario La Noticia de Cojedes y en Yaracuy creó la televisora Teleyaracuy, el impreso Diario de Yaracuy y la emisora Rumbera Network. En Florida, Napolitano es propietario del homónimo circuito Rumbera Network, y de un diario y una televisora con la denominación Doral News y Doral News TV, apelando así al nombre de la ciudad al oeste de Miami donde se concentró una gran porción del exilio venezolano.

Desde 2010 comenzó la vinculación de Parra con los medios de comunicación bajo el control de Napolitano. En el dial 106.5 FM de Rumbera Network en San Felipe, capital de Yaracuy, Parra condujo junto al concejal Miguel Ponente el programa “Más claro no canta un gallo”, por casi diez años. El espacio era la única producción de Rumbera Network, ya que el resto de la parrilla de la estación se limitaba a poner al aire contenidos musicales. Desde allí, Napolitano ayudaría a Parra y Miguel Ponente, actual jefe de gabinete del sobrevenido -y espurio, desde la perspectiva de la oposición al chavismo- presidente de la Asamblea Nacional, a construir una tribuna que le garantizó el ascenso político en la entidad.

Pregonero de reputaciones

Cuando el 1 de diciembre de 2019 quedó al descubierto la participación del grupo de diputados de oposición -encabezados por Parra-, en una gira internacional buscando indulgencias para Saab y compañía, Napolitano ofreció su apoyo mediático a Parra a validar su versión. Según información a la que tuvo acceso Armando.Info, le aseguró a Parra que estaba en capacidad de obtener espacios en al menos 20 medios y el apoyo de quince periodistas de renombre.

Una fórmula similar le había servido a Napolitano para construirse un retrato de perseguido político, tras los acontecimientos que lo vincularon con el ex gobernador Carlos Giménez en 2008. Gracias a su plataforma de medios y sus nexos con factores de poder variopintos, Napolitano logró ser incluido en la lista de perseguidos políticos y exiliados presentada por el jefe de la fracción parlamentaria de Acción Democrática en la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, como parte del Proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Política presentada en el año 2013.

Rafael José Otero Acosta, esposo de Fabiola Leontina Napolitano Falciatore, prima de Gianfranco Napolitano, es actualmente el enlace entre Parra y el empresario radicado en la Florida. Otero, quien publicó una fotografía recientemente en su cuenta en Instagram desde las instalaciones del hemiciclo del parlamento venezolano, figuró como gerente general del Diario de Yaracuy y como miembro de Kintore Capital, S.A., una de las empresas creadas por Napolitano en Panamá. En esta última, comparte en la junta directiva con Lucia del Carmen Reyes Casadiego, un personaje central en el universo empresarial de Napolitano.

Reyes Casadiego lidera el equipo de confianza del empresario -integrado por José Luis Di Palma, Yulisbel Domínguez Rojas y Rafael Otero Acosta-. Su nombre se repite en nueve compañías asociadas a Napolitano. Con él comparte puestos de directiva en al menos dos empresas: Casco Investments Inc. y Kintore Capital S.A., Inc.

Junto a José Luis Di Palma Silva y Yulisbel Domínguez Rojas, Reyes Casadiego también integra Honsel Trading, Inc. y Pidela Holdings –propietaria de la marca El Venezolano Newspaper, Inc.-, así como Minden Associated. También aparece incorporada en condición de socia desde el primero de junio de 2009 a Gan-Ric Investment, Llc., la primera organización creada por la familia Napolitano en los Estados Unidos.

Fue por estas compañías -Honsel Trading Inc, Minden Associated, INC y Pidela Holdings- y Kyra Global Inc., que Gianfranco Napolitano recurrió en 2012 a los servicios del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca. Procuraba transferir a esa compañía el control de las sociedades Honsel Trading Inc y Kyra Global Inc, hasta entonces representadas por el Banco Español de Crédito (Banesto), así como la representación de las sociedades Minden Associated, INC y Pidela Holdings, gestionadas hasta entonces por el también panameño escritorio jurídico Alfaro Ferrer & Ramírez.

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