La toma de conciencia sobre la contaminación y no querer invertir en un auto propio están promoviendo la aparición de nuevos recursos para viajar. Cómo es el sistema en el que está trabajando Uber
Autos con motores de combustión interna, autos híbridos, autos eléctricos, autos autónomos, autos voladores. ¿Es esa la línea de tiempo de la movilidad personal que vive la humanidad y hacia la cual se dirige en el futuro cercano?
Al repasar la historia del automóvil, ver lo que ocurre en la actualidad, y contemplar los proyectos conceptuales, pareciera que sí. Pero quizás hay algo que se ha perdido en el camino. Y para averiguarlo, se puede hacer un ejercicio muy interesante, que es tomar distancia e intentar ver esa línea de tiempo de manera contextual.
El auto nació como una opción mecánica al transporte personal, cuando el único modo era la tracción a sangre; ir a pie, a caballo o en carros tirados por animales. Y gracias a Henry Ford y su popular Ford T, el primer auto salido de una línea de producción con un costo accesible, este vehículo se hizo popular. Todo aquel que quería tener uno, en algún momento lo conseguía por su bajo precio.
Con el tiempo, los autos se convirtieron en parte de la vida y empezaron a desarrollarse con opciones de mayor tamaño, mayor potencia y distintos tipos. Pero un día llegó la conciencia sobre la contaminación ambiental de los motores de gasolina de origen fósil, es decir, de los derivados del petróleo, y lentamente comenzó un proceso de alejamiento de los autos tal como se los concebía, para empezar a evaluar el beneficio personal y global de tener uno. Hoy, se pretende que un auto sea sustentable y volvió a tener valor la bicicleta como una opción saludable y no contaminante.
Y mientras la industria se encuentra en plena transformación hacia autos no contaminantes, mayormente hacia los eléctricos, lo que existe es una evaluación referida a la necesidad de uso, cada vez mayor, porque esa mirada global le enseñó a las personas con conciencia ambientalista, que la fabricación de un automóvil contamina también. Por esa razón, las fábricas empezaron sus programas de neutralidad de emisiones en el proceso de producción. Pero mientras esto ocurre, hay otras preguntas relacionadas con el uso del auto personal. Ya es común que las personas se planteen si vale la pena una inversión tan grande, para usarla un 10% del día y tener ese bien detenido el restante 90% del tiempo.
Por esa razón, se empezaron a desarrollar conceptos de movilidad diferentes, como el alquiler temporario de un vehículo, pero ya no por días, sino por horas. En ciudades como Nueva York, muchas personas decidieron desprendesrse de sus autos y alquilar uno, por ejemplo, para ir al supermercado una vez por mes. Así, evitan el costo de mantenimiento de un vehículo, el costo de un garage para guardarlo todas las noches o el problema de encontrar estacionamiento cada día.
Ese alquiler incluye, en el caso de New York, 180 millas libres de uso y el combustible que se use también. Todo está incluido en el precio del alquiler. Los autos están en playas de estacionamiento, y una app en el teléfono del usuario, le asigna un lugar para retirarlo de acuerdo a su ubicación. El único requerimiento es que debe devolverse con más de ¾ de combustible, que se carga con una tarjeta que está dentro del automóvil, y el correspondiente lavado. Es decir, listo para que otro usuario lo pueda tomar sin problemas ni retrasos.
A raíz de este fenómeno, comenzaron a aparecer nuevas ideas, y una de ellas es el auto compartido. En ese punto está hoy la humanidad respecto a la movilidad. Y las compañías ya lo comprendieron, porque desde distintos sectores, el estudio de producir automóviles para rotar su conductor, ha generado ideas muy interesantes. Renault, por ejemplo, trabaja en su proyecto Mobilize Zero por el cual se podrá contar con una red de autos eléctricos de distinto tamaño y segmento para poder tomar en determinado punto de una ciudad y dejarlo en otro, pagando sólo por el uso que se hizo del mismo.
Eso es un auto compartido en un aspecto. Porque un mismo vehículo puede ser usado por más de una persona en un mismo día. Pero hay otros sistemas de autos compartidos, que son aquellos en los que un chofer hace un recorrido y si en el camino recibe un pedido, puede subir a un pasajero extra si tiene todavía vacío alguno de sus asientos. Eso es autos compartidos simultáneamente. Es como tomar un taxi y compartirlo, con la diferencia que no todos suben en el mismo punto necesariamente, ni todos van hasta el mismo destino. La ventaja es la de un costo menor para el pasajero por el viaje en sí respecto a un taxi convencional.
En Europa, Uber está trabajando en el diseño de un auto propio desde hace un tiempo, junto a una startup de automóviles eléctricos llamada Arrival. Hace pocos días presentaron conjuntamente el primer prototipo, que está listo para comenzar a ser probado en 2022. El auto es un monovolumen eléctrico de 5 plazas, que Uber piensa ofrecer para los conductores asociados a la empresa. En su diseño se destaca la comodidad interior y la luminosidad, ya que además de tener una gran proporción de superficie vidriada, el techo también es de cristal, lo que genera mayor amplitud visual para los pasajeros.
Como todo auto eléctrico, no tiene voladizos, por lo que permite alojar las cuatro ruedas en los extremos de la carrocería, y con eso ganar mucho espacio para que los ocupantes viajen realmente cómodos. Delante de las piernas, por ejemplo, hay espacio suficiente para una valija pequeña si se utiliza el auto para ir a un aeropuerto o estación de tren desde la que se haga un viaje con poco equipaje. Detrás de la fila posterior, de todos modos, hay un espacio en el que pueden entrar cómodamente tres valijas medianas, a razón de una por cada pasajero.
El interior es minimalista, el conductor sólo tiene una pantalla central como único tablero de indicaciones, tanto para el funcionamiento del automóvil como para GPS y lecturas de accesorios de confort como climatización y entretenimiento. En esa misma pantalla, los pasajeros de la parte trasera también pueden ver los datos del conductor y una fotografía de quién está conduciéndolos.
“Los conductores de Uber han estado trabajando con Arrival para brindar retroalimentación sobre el diseño del primer automóvil totalmente eléctrico especialmente diseñado para la industria de viajes compartidos”, señaló Jamie Heywood, Gerente General Regional para Europa del Norte y del Este de Uber.
Se espera que durante 2022 se hagan las pruebas con pasajeros, para ir modificando el vehículo de acuerdo a las necesidades que se vayan evaluando con la experiencia. Aún no hay fecha de lanzamiento del Arrival definitivo, aunque se especula que sería para 2024.