Las defensas para luchar contra el COVID-19 se han sostenido desde el inicio de la pandemia siempre en cómo el cuerpo puede repeler al SARS-CoV-2 mediante sus propios anticuerpos, ya sean éstos generados por las vacunas o por haber estado en contacto con el virus.
Pero los expertos de salud manejan hace tiempo la hipótesis de que este pilar tiene otra arista: la inmunidad celular, relacionada con los linfocitos T.
¿Y por qué son importantes estos agentes? Las células llamadas linfocitos T, se ocupan de matar a las células infectadas por el virus. Los linfocitos T también colaboran con otras células, los linfocitos B, para que se diferencien en células plasmáticas productoras de anticuerpos. Esos procesos forman parte de un tipo de respuesta del sistema inmune.
Al principio de la pandemia, un grupo de científicos en los Estados Unidos descubrió que la memoria T puede reconocer al nuevo coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 ya que tiene fragmentos comunes con otros virus que provocan resfriados. Esta investigación -que fue liderada por la doctora Daniela Weiskopf y Alessandro Sette, del Instituto de Inmunología de La Jolla y publicada en la revista Science– permite explicar por qué algunas personas sufren casos más leves de COVID-19 que otras.
Dos años después, pero todavía en pandemia, en Madrid buscan avanzar en estos estudios, y por eso van a realizar una investigación sobre esta inmunidad celular y el coronavirus, el primero que se hace en el mundo. Aprovecharán para ello la nueva Encuesta de Serovigilancia en la Comunidad de Madrid, un amplio análisis que estudia el estado inmunitario de la población de entre 2 y 80 años, frente a infecciones que son de interés para la salud en la sociedad y que tienen relevancia en el momento actual.
Concretamente, la encuesta analizará la prevalencia —número de casos entre una población determinada— y el grado de protección, con detección de anticuerpos, para enfermedades vacunables, como el sarampión, la rubeola, la parotiditis, la varicela, la tosferina y la hepatitis B. También estimarán la fracción no diagnosticada a nivel poblacional frente a infección por hepatitis C y virus del VIH. Será el primer estudio sobre este ámbito que se realiza en la región, en España y en el mundo, aseguran los científicos que llevan adelante el trabajo.
Grado de protección
La directora general de Salud Pública de España, Elena Andradas, siempre creyó que la inmunidad celular frente a este virus tenía un papel muy importante en la protección: “Esta encuesta nos permitirá hacer el primer estudio a nivel poblacional para estimar el grado de protección frente al virus del COVID-19″, afirmó a medios españoles.
¿Por qué no se ha efectuado este estudio con anterioridad en el mundo? “Hasta ahora no ha habido técnicas suficientemente validadas que permitiesen hacer una aproximación respecto al papel que tiene la inmunidad celular en relación con la protección frente al coronavirus. Ahora, desde febrero, a través de los asesores de la Asociación Española de Inmunología, se cuenta con una técnica que se va a poder utilizar para estudiar ese grado de respuesta con inmunidad celular entre la población madrileña”, explicó la especialista.
En las próximas semanas, se iniciará el estudio, que se extenderá a unas 4.000 personas de diferentes edades, sexo y nivel socioeconómico. Para realizarlo, se contará con la colaboración de los profesionales sanitarios de los puntos de extracción sanguínea de 70 centros de salud de la Comunidad de Madrid.
Los responsables sanitarios están convencidos del papel absolutamente indiscutible de la vacuna frente al coronavirus. Así lo afirma Andradas, que recuerda que la cobertura de la pauta completa de vacunación en la población de 12 y más años en la Comunidad madrileña está en torno al 93 por ciento, mientras que la tercera dosis cubre ya al 95 por ciento de los mayores de 70 años y al 85 por ciento de los que van de 60 a 69 años.
“La vacuna defiende ha demostrado que es segura, eficaz y efectiva. Además, a lo largo de estos dos años, dos millones de personas de la Comunidad de Madrid han sido diagnosticados como casos de Covid-19. Sumados ambos factores, vacunados y contagiados, prácticamente es un tercio de la población de la Comunidad”, destacó. Ahora, el estudio del papel de la inmunidad celular añadirá otro elemento a esta ecuación.
Hasta ahora se habían descrito siete coronavirus que pueden tener algún potencial patogénico en los seres humanos: el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), dos asociados a brotes en el año 2003 (SARS-CoV-1) o 2012 (MERS), y cuatro asociados a resfriado común (229E, NL63, OC43 y HKU1). La comunidad científica ha debatido las implicancias de la inmunidad celular contra otros coronavirus durante estos meses de avance de la pandemia y el desarrollo de vacunas. “Aunque no se sabe con certeza, se ha especulado que dicha inmunidad puede tener consecuencias tanto positivas como negativas.
Por ejemplo, en el mejor de los escenarios, es posible que la memoria de las células T o inmunidad preexistente contra otros coronavirus permita montar una respuesta mucho más eficiente y rápida contra el nuevo coronavirus. Por lo tanto, posibilitaría limitar la duración de la infección y evitar que las personas se enfermen. Por otro lado, también existe la posibilidad de que la inmunidad contra los otros coronavirus afecte el desenlace de la infección y perjudique a los individuos con una respuesta menos eficiente, estiman los expertos.