A través de sus empresas de telecomunicaciones Beijing exporta herramientas que permiten a los regímenes dictatoriales de América Latina controlar a la población y mantenerse en el poder.
El masivo levantamiento popular contra la dictadura castrista en Cuba fue posible gracias a Internet. Los manifestantes utilizaron las redes sociales para transmitir al mundo lo que estaba sucediendo. También, sirvió para extender la llama de la rebelión por toda la isla.
El régimen comunista tomó nota del fenómeno y respondió. Cortó los servicios de Internet y telefonía. Así terminó desconectando a toda la isla.
La clave de la capacidad del régimen para hacer eso está en China. Empresas de ese país construyeron la infraestructura de telecomunicaciones de Cuba.
Y es un sistema diseñado para que el régimen controle a la ciudadanía. Es una copia de lo que hace el Partido Comunista Chino (PCCh) dentro de sus propias fronteras.
El senador Marco Rubio alertó sobre el uso de la represión digital cuando empezaron las protestas. Advirtió que Cuba bloquearía el acceso a internet y la telefonía celular para evitar que los videos de las movilizaciones salieran al mundo.
«Por cierto, usan un sistema hecho, vendido e instalado por China para controlar y bloquear el acceso a Internet en Cuba”, escribió Rubio en Twitter.
Proveedores de censura
Los principales proveedores de tecnología de Etecsa, la única empresa de acceso a Internet de Cuba, son todos chinos: Huawei, TP-Link y ZTE.
Un informe de 2017 del Open Observatory of Network Interference encontró rastros de código chino en interfaces para portales Wifi cubanos, reportó el portal The Diplomat.
Ese medio también reseña que la organización sueca Qurium descubrió que Cuba utiliza el software de administración de red de Huawei eSight. De esa manera, filtra las búsquedas en la web.
Construyendo la red
Las contribuciones de China fueron fundamentales al desarrollo de las telecomunicaciones de Cuba El cable submarino ALBA-1 de Cuba, que une la arquitectura de telecomunicaciones de la isla con América del Sur a través de Venezuela, fue parcialmente financiado y construido por empresas chinas.
En 2000, el gobierno cubano firmó un contrato con Huawei para instalar cables de fibra óptica. Eso incluye puntos de acceso y teléfonos en toda la Isla. La misma infraestructura que el régimen bloqueó intentando extinguir las protestas.
Autoritarismo digital
The Diplomat sostiene que lo que pasa en Cuba con el Internet es un ejemplo de cómo China exporta el “autoritarismo digital”.
Venezuela es otro ejemplo de ese fenómeno. En ese país, la empresa china de telecomunicaciones ZTE ayudó al régimen de Maduro a establecer el llamado «carnet de la patria”. El sistema sirve como un mecanismo de control social que sirve para restringir derechos como acceder a alimentos o ejercer el voto.
Cuba también podría ser un área desde la cual China podría recopilar inteligencia y realizar ciberataques contra Estados Unidos.
Actualmente, el Departamento de Justicia de EEUU investiga a miembros del Ministerio de Seguridad del Estado de China por patrocinar delitos cibernéticos. Ente ellos un reciente ataque a Microsoft.