La Casa Blanca reveló el lunes un amplio conjunto de normas y principios destinados a garantizar que Estados Unidos “marque el camino” en la regulación de la inteligencia artificial (IA), objeto de una feroz competencia internacional.
El presidente estadounidense, Joe Biden, emitirá un decreto que exige a los desarrolladores de IA, entre otras cosas, presentar al gobierno federal los resultados de sus pruebas de seguridad cuando sus proyectos supongan “un grave riesgo para la seguridad nacional, la seguridad económica nacional o la salud pública”.
Está previsto que la presentación oficial se realice el lunes en un acto oficial en la Casa Blanca.
El demócrata, de 80 años, se basa en una ley que data de la Guerra Fría, la Defense Production Act (1950), que otorga al gobierno cierto poder de coacción sobre las empresas cuando está en juego la seguridad del país.
Los criterios para estas pruebas de seguridad se fijarán a nivel federal, según el gobierno estadounidense.
En julio, varias gigantes del sector digital, entre ellas Microsoft y Google, ya se habían comprometido a someter sus sistemas de IA a pruebas externas.
La Casa Blanca pretende prestar especial atención a los riesgos que puede plantear el desarrollo de la IA en los campos de la biotecnología e infraestructuras.
También, emitirá recomendaciones sobre la detección e identificación de contenidos generados con IA, una tecnología que permite producir a muy alta velocidad imágenes, sonidos e incluso videos más fieles a la realidad.
El ejecutivo también promete publicar recomendaciones sobre la discriminación, ante los sesgos que pueden tener los sistemas de inteligencia artificial, y se compromete a vigilar el impacto de esta revolución tecnológica en el empleo.
Pero Biden dispone apenas de un margen de maniobra limitado.
Cualquier normativa verdaderamente vinculante y ambiciosa sobre inteligencia artificial debería pasar por el Congreso. Sin embargo, el Legislativo tiene divididos a demócratas y republicanos, lo que hace muy improbable la adopción de una ley a gran escala.
En una reacción al anuncio, la asociación de editores de software BAS también pidió “un nuevo marco legislativo para crear salvaguardias específicas para la inteligencia artificial”.
La regulación de la IA es objeto de una gran competencia internacional. La Unión Europea, que produce abundantes normas en el ámbito digital, busca establecer antes de fin de año un marco regulatorio de esa tecnología, con la esperanza de marcar el ritmo a nivel mundial. AFP