El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se presentó el viernes como un adalid de los valores democráticos durante su discurso en la Cumbre por la Democracia organizada esta semana por Estados Unidos.
“Felicitamos al presidente Joe Biden por su iniciativa”, dijo. “Esta es una oportunidad para renovar al más alto nivel nuestro compromiso común de defender la democracia, luchar contra la corrupción y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero de 2019, aseguró que su gestión trabaja “con determinación” para “forjar una cultura de diálogo, libertad e inclusión social”.
“La protección de los derechos humanos es un valor inherente al gobierno brasileño y orientador de todas nuestras políticas públicas y programas sociales”, afirmó.
También destacó estar “empeñado” en garantizar las libertades de pensamiento, asociación y expresión, “inclusive en internet”, algo que consideró “esencial para el buen funcionamiento de una democracia saludable”.
Pero las credenciales democráticas de Bolsonaro, un populista de extrema derecha que llegó a decir que “solo Dios” lo sacará del poder, han sido cuestionadas.
Según la oenegé Human Rights Watch (HRW), el mandatario brasileño Bolsonaro “amenaza el sistema democrático” con sus frecuentes ataques al sistema electoral, al que acusa de favorecer el fraude, y al Supremo Tribunal Federal (STF), que abrió varias investigaciones en su contra.
Senadores del Partido Demócrata de Biden también alertaron sobre el “declive democrático” de Brasil bajo Bolsonaro, uno de los principales aliados internacionales del expresidente republicano Donald Trump, advirtiendo que la relación bilateral corre riesgo si incumple las normas de las elecciones de octubre de 2022.
Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano de la OEA, advirtió este año sobre el deterioro de la situación de derechos humanos desde que Bolsonaro ganó las elecciones, con un aumento de los “crímenes de odio”, una mayor violencia contra personas LGBTI, periodistas y activistas, y un “riesgo de exterminio” de poblaciones indígenas.
Unos 100 gobiernos, así como representantes de la sociedad civil, participaron el jueves y viernes en la Cumbre por la Democracia de Biden, realizada por videoconferencia debido a la pandemia de covid-19.
AFP