El mandatario peruano lamentó la situación de riesgo vivida en Argentina y Colombia, y no descartó que esos hechos puedan repetirse en su país
El presidente de Perú, Pedro Castillo, afirmó este viernes que no descarta que en su país haya ataques «similares» a los ocurridos recientemente contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, y contra una avanzada del presidente colombiano, Gustavo Petro, aunque aseguró que estos son «costos» de la política.
«No descarto, en todo caso, cosas similares que se puedan dar en el Perú. Ya ha habido algunos espacios no solamente de carácter verbal, sino también de carácter físico. Algunas agresiones con algunos objetos«, declaró Castillo al canal estatal TV Perú.
Al mandatario le preguntaron si considera que su vida podría peligrar ante la crispada coyuntura política de Perú. Así como luego de los sucesos reportados en Argentina y Colombia.
Castillo lamentó lo sucedido con Cristina Kirchner
Castillo reiteró que lamenta «lo que ha pasado con la expresidenta de Argentina y con el compañero Petro». Sin embargo, dijo que eso «es parte de la política».
«Yo no quisiera llegar a tomar algunas respuestas, porque sí lo haría por la defensa jurídica, defensa propia y defensa familiar», agregó el mandatario.
El lunes pasado, el ministro de Trabajo, Alejandro Salas, denunció ante los medios de comunicación que el jefe de Estado recibió distintas amenazas de muerte desde hacía tres semanas y media a través de su teléfono celular.
Amenazas de muerte
«Sí, ha habido amenazas, no solamente contra él (…) hace ya aproximadamente tres semanas y media (Castillo) viene recibiendo amenazas. Amenazas de muerte», dijo Salas. En la misma línea justificó que el mandatario acudió a una diligencia en la sede del Ministerio Público en vehículo y no caminando, como en ocasiones anteriores.
La vicepresidenta de Argentina sufrió el pasado 1 de septiembre un ataque cuando un hombre intentó dispararle en los alrededores de su domicilio.
Días antes, una avanzada del presidente colombiano la atacó un grupo de desconocidos con disparos de fusil en la convulsa región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, adonde el mandatario tenía previsto viajar.