La realidad de la simulación de orgasmos puede poner en jaque a cualquier estudioso de la sexualidad, ya que es difícil distinguir entre los auténticos suspiros, apretones, arañazos y los ojos en blanco y los que son puros espectáculos dramáticos.
De acuerdo Esther Balac, columnista de EL TIEMPO, el orgasmo es una respuesta del sistema simpático, que prepara el cuerpo para situaciones de lucha o defensa, provocando reacciones a nivel global y no simplemente en áreas aisladas.
¿Cómo identificar un orgasmo fingido?
Durante un orgasmo genuino, las contracciones no se limitan a los músculos en la región pélvica, sino que implican la tensión de todos, abarcando desde los brazos, piernas, cuello, abdomen, hasta la cara. Si observa movimientos exclusivamente en la zona íntima sin ninguna expresión facial, debería ponerlo en duda, indica la experta mencionada anteriormente.
Un vistazo a los pezones puede revelar bastante. Al comienzo de un orgasmo, dejarán de estar tan erectos y llenos; de hecho, la descarga de la tensión sexual acumulada puede reducir su tamaño e incluso aplastarlos. Si durante el acto, ellos cambian abruptamente de forma y tamaño, la experiencia pudo haber sido satisfactoria.
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