El ahora ex diputado Gerardo Nuñez renunció a su banca tras una denuncia de su ex pareja acusándolo de violencia de género y abuso sexual. El Frente Amplio, el Partido Nacional y lo Colorados aprobaron darle un subsidio por un año tras su salida de la banca.
El diputado comunista Gerardo Núñez, ex coordinador de la bancada del Frente Amplio en el Congreso, presentó formalmente este martes la renuncia a su banca en la Cámara de Diputados, la cual fue aprobada de manera unánime luego de ser denunciado por abuso sexual.
La decisión de renunciar ya había sido anunciada por el legislador el mes pasado tras un acuerdo con el Partido Comunista de Uruguay (PCU), luego de haber estado más de un año de licencia tras haber sido acusado por violencia de género por parte de su expareja.
La medida cobrará vigor a fin de mes y su banca será ocupada de ahora en más por Micaela Melgar, otra miembro del Partido Comunista y feminista radical, quien decidió no opinar y hacer silencio sobre las denuncias del titular de la banca.
Pero lo más insólito de este caso es que Núñez pidió el subsidio reglamentario que, por un año, le corresponde a todos los diputados y senadores que dejan funciones y que equivale al 85% de su salario.
Este subsidio se entrega cuando el legislador abandona su banca por fuerza mayor, como un problema de salud o incompatibilidad con otro cargo. En la práctica, no está pensado para sostener económicamente a un comunista acusado de violación, aunque legalmente puede pedirlo.
Estaba en manos de las fuerzas del Congreso rechazar el subsidio y darle un poco de altura a la institución, pero tanto el Partido Nacional del presidente Luis Lacalle Pou, como el Partido Colorado de Julio María Sanguinetti, votaron a favor junto al Frente Amplio para que Núñez se lleve el dinero.
En la previa de la sesión, el derechista Cabildo Abierto comunicó a la coordinación de bancada que no votaría por dicho subsidio. “Una cosa son favores parlamentarios, otra son los principios“, señaló el legislador cabildante Martín Sodano, al señalar que los argumentos son claros en favor de la negativa de su partido.
“No nos parece adecuado que un legislador que estuvo todo un año de licencia, y no por motivos de salud, quiera cobrar ahora un subsidio“, expresó Sodano, quien agregó que su partido actúa en este tema con “coherencia” y lamentó que “el que siempre paga es Juan Pueblo“.
Finalmente, fueron solo cinco diputados de Cabildo Abierto y César Vega del PERI los que votaron en contra de esta travestía institucional. El subsidio fue ratificado por 66 diputados de los 72 presentes, uniendo el oficialismo y a la oposición.
La denuncia
El ahora ex diputado comunista fue denunciado en enero de 2022 en la cuenta de Instagram @Varonesuruguay2, que difundió el relato anónimo de una mujer que aseguraba haber visitado en 2021 la casa del legislador, y haber sido forzada sexualmente por el mismo.
El mensaje se viralizó unos dos meses después cuando la publicación finalmente tuvo visibilidad y el 7 de marzo del año pasado, el legislador presentó una denuncia en la Justicia por difamación. Las partes llegaron a un acuerdo y el 23 de junio de 2022, la misma cuenta de Instagram un mensaje de retractación.
Sin embargo, la extorsión política no prosperó, y el diputado fue denunciado por otra mujer, esta vez, su ex pareja. En ese caso, la jueza lo encontró culpable pero dictaminó simplemente una medida de no acercamiento a la denunciante y ordenó que el acusado concurra a un curso de género llamado: “Hombres que deciden dejar de ejercer violencia”.
La mujer contó tras enterarse de la denuncia en la cuenta de Instagram, el diputado (todavía en funciones) entró “de forma intempestiva” a su casa y le dijo que no lo denuncie. “Él me pide por favor que no hable, que además la chica de Instagram ‘no va a hablar’“, relató ante la Justicia.
En su explicación en la causa, la denunciante afirmó que comenzaron una relación a mediados de 2020, pero que después de alrededor un año empezó a sentir un fuerte maltrato psicológico de su parte. “Me hizo sentir deprimida y tuve que recurrir a asistencia psicológica, me sometía a sus manejos”.
En otro momento del relato, asegura que incluso la abusó sexualmente. “Tomaba todo el tiempo los ansiolíticos que me habían prescripto. Cuidaba que él no se enterara para no desatar su ira“, contó, asegurando que tuvo muchos episodios de estar incosciente por abuso de los medicamentos, momentos que Nuñez habría aprovechado para tener relaciones sexuales sin consentimiento con ella.
“No recuerdo muchas instancias de las relaciones sexuales que tuvimos” aseguró, afirmando que se enteraba de los sucedido “cuando despertaba“. Sin embargo, expresó que la denuncia es por violencia de género y no por violación ya que no tiene evidencia de esto último y Nuñez “lo negó en todos sus términos”.
En la denuncia también relata que Nuñez le facilitó el acceso a un arma de fuego, a pesar de que ella le dijo en reiteradas ocasiones que tenía pensamientos suicidas. “Me dijo donde estaba, la dejaba a la vista y en algún caso incluso me mencionó que si quería que la agarrara“, afirmó.
La Justicia decidió fallar en favor de la denunciante, pero no dictaminó una pena severa a Nuñez. La abogada acusante, afirmó que: “Se define la violencia psicológica o emocional a toda acción, omisión, patrón de conducta que esté dirigida a perturbar, degradar o controlar la conducta, el comportamiento, las creencias o las decisiones de una mujer, mediante humillación, intimidación, aislamiento o cualquier otro medio que afecte su estabilidad mental“.
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