Un hombre de 43 años ha sido declarado este jueves culpable de dar un cabezazo al exfutbolista irlandés Roy Keane, ahora comentarista en televisión, después de un partido disputado el pasado septiembre en el estadio del Arsenal en Londres.
Un tribunal de la capital británica consideró hoy que Scott Law, de 43 años, cometió un acto de “violencia sinsentido y gratuito” y le condenó a realizar 80 horas de trabajo comunitario no remunerado y le prohibió asistir a un partido de fútbol en el Reino Unido durante tres años, así como a pagar a la víctima 114 libras (134 euros) y costes legales de 650 libras (764 euros).
El agresor atacó a Keane cuando el excapitán de la selección irlandesa y del Manchester United se dirigía a una sala del estadio Emirates para analizar para la cadena de televisión Sky la victoria del Arsenal ante su antiguo club (3-1) el pasado 3 de septiembre.
Durante el juicio, la defensa del acusado sostuvo que los dos implicados intercambiaron “bromas” durante el encuentro, ya que el asiento de Law en el estadio se encuentra debajo del estudio acristalado donde Keane comentó el partido junto al exjugador del Manchester City Micah Richards, testigo del suceso.
Los abogados del condenado aseguraron que las cámaras de seguridad del Emirates captaron a Keane dando un codazo a Law en la cara cuando ambos coincidieron a las puertas de otra estancia del estadio.
El juez Angus Hamilton aseguró en su sentencia que considera que Law, ingeniero civil, mintió sobre lo ocurrido durante y después del partido, al tiempo que indicó que no encontró motivo alguno por el que Keane “se hubiese metido con él”.
En opinión del magistrado, el comentarista estaba “tranquilo” y “no alterado” cuando abandonó el estudio y aunque reconoció que tenía una reputación de “tipo duro” durante su carrera como futbolista, esa imagen estaba restringida al “terreno de juego”.
“Estoy seguro de que el señor Law agredió a Keane”, concluyó Hamilton.
Por su parte, Keane, de 52 años, declaró que el suceso le dejó “en shock”, así como varios hematomas en el pecho y los brazos.
“Yo iba caminando y, antes de darme cuenta, me golpearon. Sentí el contacto y caí por las puertas. No me lo esperaba en absoluto. La única manera de describirlo es que estaba en shock. No esperaba que esto sucediera, no en mi lugar de trabajo”, declaró Keane en el juicio.
EFE