En los últimos años, la industria de los suplementos de proteína ha experimentado un crecimiento sin precedentes. Con ventas que alcanzaron los 5.830 millones de dólares en 2022, la demanda de polvos, barras y otros suplementos ricos en proteínas ha alcanzado niveles récord. La búsqueda en línea de términos relacionados con la proteína también ha aumentado, reflejando una tendencia creciente hacia una vida saludable y activa.
Este rubro alimenticio es un componente esencial de nuestra dieta. Desempeña un papel crucial en la construcción y reparación de tejidos, el funcionamiento del sistema inmunológico y la regulación hormonal. Además, es vital para el desarrollo muscular y la saciedad en las comidas.
“La proteína juega un papel crucial en nuestra fisiología”, dice Jessica Corwin, dietista principal en Corewell Health, un grupo hospitalario en Michigan, a The National Geographic.
A pesar de todo sus beneficios, la proteína no trabaja de manera aislada. Por ejemplo, si una persona come solo proteína y no equilibra su plato con otras fuentes de nutrición como carbohidratos, el cuerpo no obtendrá los beneficios a la salud que tiene la proteína.
Sin embargo, la cantidad de proteína necesaria varía según factores individuales como el peso, el género, el estado de salud, el nivel de actividad y la edad. Por ejemplo, un hombre adulto puede necesitar aproximadamente 56 gramos de proteína al día, mientras que una mujer puede necesitar 46 gramos.
“Tienes que ver en qué estado está la persona”, dice Hope Barkoukis, directora del departamento de nutrición de la Universidad Case Western Reserve en Ohio, a The National Geographic.
Los adultos mayores, por ejemplo, van a necesitar una ración de proteína mayor a la de un persona menor, esto acompañada además con un régimen de ejercicio. Algunos expertos recomiendan que las personas mayores de 65 años consuman hasta 83 gramos al día.
“A medida que uno envejece, a medida que pasa de los 20 a los 90, cada año perderá del 3 al 8 por ciento de su masa muscular”, agrega Barkoukis.
Por su parte, un atleta va necesitar una mayor cantidad de proteína que una persona normal para poder reparar el tejido muscular.
A pesar de su importancia, la fiebre de la proteína ha generado preguntas sobre si es una moda pasajera o una necesidad genuina. Algunos expertos advierten sobre los riesgos de consumir proteínas en exceso, especialmente a través de suplementos que pueden sobrecargar los riñones debido a su alto contenido de nitrógeno.
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