Los convictos en Estados Unidos no pueden emitir un voto, pero la Oficina de Crimenes Electorales que impulsó De Santis tras el fraude de 2020 ya identificó decenas de personas en esta situación que votaron ilegalmente.
De visita en el condado demócrata de Broward, el gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, anunció este jueves que un total de 20 personas fueron arrestadas por haber votado ilegalmente en las últimas elecciones presidenciales de 2020.
Los arrestos marcan la primera acción tomada por parte del gobernador luego de que creara el pasado año la Oficina de Crímenes Electorales y Seguridad, una iniciativa financiada por la legislatura de Florida que busca combatir el fraude electoral y la actividad de los punteros políticos en el Estado.
Las 20 personas que fueron arrestadas este jueves son individuos que fueron condenados en el pasado por asesinato o un delito sexual grave y decidieron emitir un voto en la última elección presidencial. De acuerdo a la ley en Florida, estas personas habían sido descalificadas previamente para sufragar por sus crímenes cometidos y, como decidieron hacerlo igualmente, ahora se exponen a una pena de hasta 5 años de prisión y una multa de 5.000 dólares.
En la misma conferencia de prensa, DeSantis pronosticó que se ejecutarán más arrestos gracias a las investigaciones de la Oficina Electoral, especialmente contra ciudadanos que hayan votado de manera doble e inmigrantes ilegales que se encuentran viviendo en el estado sin un pasaporte estadounidense y que hayan sufragado recientemente.
Con las primarias de ambos partidos por celebrarse la próxima semana, DeSantis manda un mensaje a los candidatos de su Estado que hacen uso del clientelismo político para ganar votos a través de punteros.
Así es el caso de los candidatos demócratas Nikkie Fried y Charlie Crist, los cuales se presentan a la interna demócrata para conocer quien será el rival de DeSantis en las elecciones generales de noviembre.
Tanto la Comisionada de Agricultura Nikkie Fried, de extrema izquierda, como el diputado Charlie Crist, de izquierda moderada, han defendido el voto por correo, prohibir el pedido de identificación a la hora de votar y eliminar la auditoría de firmas, asegurando que son “prácticas racistas” que “decinsentivan el voto“.
Se espera que cualquiera que gane la interna, en noviembre utilizará todas las trampas posibles para tratar de vencer a De Santis, que tanto pánico está generando en el Partido Demócrata, y que mide como el mejor sucesor de Trump.
Como viene demostrando en todo su mandato por gobernador, a DeSantis no le tiembla el pulso para tomar decisiones que hagan cumplir la ley, pues hace tan solo una semana atrás anunció que suspendía por tiempo indefinido al fiscal del condado de Hillsborough, Andrew Warren, por haber firmado una carta declarando que se niega a procesar e imputar crímenes relacionados con el aborto y a los padres que obligan a sus hijos a someterse a cirugías y tratamientos de cambios de género para niños.
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