Tener los dientes blancos se ha convertido en una necesidad no sólo estética, sino también psicológica. La apariencia de una sonrisa puede influir directamente en la confianza personal. Cuando los dientes pierden su blanco natural y adquieren un tono amarillento, la estética se ve afectada, lo que puede generar incomodidad o inseguridad en la persona.
Antes del siglo XVIII, no había prevención ni dentistas y con ello, las caríes se convirtieron en pandemia. Así, sonreír y enseñar los dientes era un gesto grotesco e inaceptable. Todo cambió con la promoción de hábitos de higiene bucal saludable y la concienciación de la sociedad francesa. Este salto liberalizó la sonrisa y condujo a una nueva forma de entender las emociones, la subjetividad, las relaciones humanas y la expresión personal. Este cambio de color en los dientes es un problema frecuente, pero existen múltiples formas de prevenirlo y corregirlo.
¿Por qué se ponen los dientes amarillos?
Hay diferentes tipos de manchas y pueden aparecer por distintas razones, pero es importante saber que se pueden tratar y así mejorar la apariencia de la sonrisa. Según la Dra. Marga Prats, especialista en Estética Dental y Endodoncia, estás son algunas de las causas por las que su apariencia se vuelve amarillenta.
Higiene bucal deficiente. Se puede deber a una técnica incorrecta de cepillado o a una falta de higiene oral, lo que hace que se acumule restos de comida creando una placa bacteriana.
Fumar. Los dientes suelen mancharse con el efecto de la nicotina y el alquitrán de los cigarros. Por ello, fumar es una de las principales causas de la tinción amarilla en los dientes.
Algunos alimentos. El té, el café o las especias son las más conocidas, aunque el vino tinto o los refrescos de cola también influyen en la estética dental. Por otro lado, un gran consumo de alimentos ácidos (limón, naranja, lima, vinagre…) puede provocar un desgaste la capa protectora de los dientes. En estos casos, es necesario tener cuidado ya que puede causar un aumento de sensibilidad al frío, al calor y al dulce.
Un golpe en el diente. Puede ocasionar con el paso del tiempo la necrosis del nervio y, en consecuencia, esto puede oscurecer o amarillear el diente.
Medicamentos y tratamientos. Algunos tipos de antibióticos, como la tetraciclina, pueden provocar una alteración durante la formación del diente. También los enjuagues bucales.
Cómo evitarlo y así recuperar la sonrisa
No se puede dar marcha atrás al tiempo, pero sí podemos mejorar la limpieza de nuestros dientes, además de evitar consumir ciertos alimentos o bebidas. Si lo que se busca es un tratamiento a posteriori, lo primero es detectar la causa del oscurecimiento para así eliminarla y que el tratamiento sea efectivo. Los más habituales son:
Limpieza bucodental. La solución más rápida en el caso de que sean superficiales como las ocasionadas por el tabaco o los hábitos alimenticios que tiñen los dientes.
Blanqueamiento dental. Puede ser profesional o ambulatorio, pero siempre con supervisión adecuada y recomendaciones del odontólogo.
Uso de carillas. Además de cambiar el color, nos permiten cambiar ligeramente la forma, y posición dental.
Sin embargo, si no queremos gastarnos mucho dinero, siempre existen métodos y opciones caseras que podemos aplicar desde casa. Ahora sí, nadie garantiza que vaya a ser totalmente efectivo, ni que no podamos tener problemas en un futuro.
Aún así, lo ideal siempre es acudir a un profesional y ver qué se puede hacer para blanquearlos y, sobre todo, descartar alguna patología previa.