Suben las posibilidades de que cuando la Reserva Federal concluya el tapering, a la par del primer ajuste de tasas de interés, posiblemente en marzo, el organismo además también comience a reducir su balance de bonos para recoger liquidez aún más rápido.
Los mercados ya muestran su preocupación al respecto; hasta ahora, solo entre 2017 y 2019 la Fed redujo su reserva de bonos, con una normalización paulatina del balance e inició dos años después de subir la tasa de interés.
Ahora, todo apunta a que se ejecutará más rápido. Varios factores juegan a favor, entre estos que el balance de bonos subió en gran medida el año pasado. Aparte de que la presión inflacionaria es mucho mayor.
Los riesgos para la economía (ahora más robusta que en esos años), podrían ser menores si el organismo continúa preparando al mercado anticipadamente sobre los pasos a tomar, por lo menos así lo estima William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York entre 2009 a 2018, quien asegura, según citó YahooFinance, que la comunicación constante de los planes, ayudará a minimizar el impacto, al igual que el aumento del balance que se registró el año pasado.
Desde que la Reserva Federal decidió dejar de tildar a la alta inflación actual como transitoria, anunció una política más agresiva con el propósito de atender esta presión en los precios. Y la llegada de Ómicron -la nueva variante del Covid-19-, lejos de posponer estas intenciones, podría intensificarlas.
Si bien las consecuencias de la nueva variante se hicieron sentir en el último informe de las solicitudes de subsidios por desempleo, reflejando las consecuencias del aumento de contagios en la fuerza laboral, también ha crecido la posibilidad de que esta nueva cepa sea el fin de la pandemia, transformándola en una endemia.
Desde noviembre, Jerome Powell, anunció el inicio del tapering, reduciendo las compras de bonos del Tesoro, y de los títulos respaldados en hipotecas que llevaba a cabo el organismo para estimular la economía e inyectar liquidez. Un mes después anunció su aceleramiento, y la posibilidad de ajustar las tasas de interés.