El 2 de octubre inició el nuevo año escolar en Venezuela en todos sus niveles. A pesar del precario salario que reciben los docentes de la administración pública se ven obligados a asistir diariamente a clases por órdenes de las directivas de las instituciones, denuncia Édgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital.
Por Tal Cual
Durante el año escolar anterior, los docentes se vieron en la obligación de impartir clases solo dos o tres veces por semana debido a que el salario no les alcanzaba para cubrir el costo diario del pasaje en transporte público. Aunque hubo una flexibilidad en el horario debido a las condiciones salariales, ahora la orden es que deben asistir todos los días y muchos se cuestionan si continúan en las aulas o renuncian.
El salario mínimo que perciben los docentes no supera los 130 bolívares al mes, una remuneración que resulta insuficiente para que los profesionales de la educación puedan cubrir sus necesidades como costo del pasaje, gastos de salud y canasta alimentaria familiar que se ubicó en 511 dólares en junio de 2023.
La situación es crítica para los docentes en Venezuela, quienes al ver su calidad de vida mermada y poca respuesta del Estado están llegando a un límite.
De esta crisis parte la implementación del horario mosaico que muchas instituciones del país comenzaron a aplicar desde enero a julio de 2023. Esto significa que trabajaban dos o tres veces por semana de acuerdo con sus necesidades.
Aunque muchos docentes están de acuerdo con no asistir a las aulas a diario debido a la situación que atraviesan, la realidad es que en muchas instituciones son obligados por la directiva a cumplir diariamente su jornada. De hecho, Yelitze Santaella aseguró que instalarán un código QR en cada institución pública para obtener información de los planteles y saber quién asiste.
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