Las condiciones que propiciaron una recuperación de la economía venezolana en años recientes, ya no impactan significativamente en la producción. Al igual que sucede en el rebote de una pelota, el país se encuentra en la parte baja, por lo que la expectativa es si volverá a subir. Representantes de la consultora Ecoanalítica señalaron en un foro organizado este jueves 3 de marzo, que la menor actividad que se registra desde finales de 2022, continúa en la primera parte de 2023.
Destacaron que la merma en el consumo, la aceleración de la inflación y del tipo de cambio, así como una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) son reflejo de que el país se encuentra «en la etapa mala del rebote».
Luis Barcenas, economista jefe de Ecoanalítica, dijo en el foro «Dos caras de la misma moneda: Consumo y finanzas», que la desaceleración de la economía venezolana obedece en gran medida al alza de la canasta alimentaria, la cual superó los 350 dólares. «Si entramos en un en un entorno de hiperinflación habrá una caída del consumo en los próximos meses».
Las estimaciones de Ecoanalítica para este año son una tasa de inflación de entre 300% a 400% con un promedio mensual de entre 10% a 12%, un tipo de cambio por encima de los 34 bolívares por dólar y un PIB de 4,7%. Un dato a resaltar es la proyección del empleo informal, que aunque señalan se va reducir un poco, es muy probable que se mantenga en 48% de la población.
Indicó además, que el financiamiento bancario seguirá siendo limitado en 2023 y si los impuestos continúan siendo muy altos, se generará un impacto importante en la actividad económica de las empresas.
«Mucho de lo que ocurre en la economía venezolana está basada en la economía informal. Las divisas en efectivo representaban en noviembre 2,4 veces la liquidez en bolívares y en febrero se estima que haya sido 3,4 veces», indicó.
Por su parte, Diego Santana, economista senior, presentó resultados del Indice de Actividad Económica de Ecoanalítica con el cual calcularon un crecimiento de 8,7% en el último trimestre de 2022, del cual 3,3 puntos porcentuales (pp) son explicados por el uso de la capacidad instalada de la industria y 1,2 pp por el consumo.
Resaltó que los sectores ganadores durante el «rebote económico» son salud, alimentación, cuidado personal, comercio minorista, tecnología y comunicaciones, inmobiliario y servicios de vivienda. «Son pocos y limitados», dijo.
El fantasma de la hiperinflación
Los integrantes de Ecoanalítica presentes en el foro resaltaron la posibilidad de un regreso del proceso hiperinflacionario en el cual el país vivió por tres años, y que desde finales de 2021 ya había logrado superar.
Giorgio Cunto, economista senior de la consultora, explicó que la incipiente disciplina fiscal y la reducción del Estado, sumado a una política de contención cambiaria, son algunos de los factores que contribuyen al incremento de la inflación en Venezuela.
«¿Se viene otro episodio hiperinflacionario? En este momento podemos ver un rebote, mostrando que en la última semana las cifras inflacionarias han sido de las más altas en un tiempo, también comparadas con las cifras de la región», dijo.
Destacó que el tipo de cambio tuvo un aumento de 390%, lo que implica una depreciación de la moneda venezolana de alrededor de 80%.
Un dato basado en los cálculos de Ecoanalítica señala que en diciembre de 2022 se necesitaba $397 para comprar lo mismo que se podía adquirir con $100 en diciembre de 2018.
Diego Santana recordó que los factores que revitalizaron el consumo de los venezolanos fueron las mayores importaciones, la facilidad en las transacciones financieras y los mayores ingresos y remesas.
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