Un vocero de Luis de Borbón explicó que él solo tenía “firma autorizada” en la cuenta y que el dinero pertenecía en realidad a su mujer, Margarita Vargas, hija de un multimillonario chavista
Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú y Margarita Vargas Santaella, casados desde 2004, son dos de las personas que tuvieron cuenta abierta en el Credit Suisse. Se trata del bisnieto de Franco y presidente honorario de la fundación dedicada a exaltar al dictador. Ella es hija de Víctor Vargas Irausquín, multimillonario conocido como “el banquero” de Hugo Chávez, por las buenas relaciones que mantuvo con el ex presidente de Venezuela y lo mucho que prosperaron sus negocios durante aquellos años.
La cuenta en esa entidad suiza fue abierta el 20 de junio de 2007 a nombre de la sociedad Layla Assets Corp, que se había constituido nueve días antes en Panamá. Los depósitos en dicha cuenta superaron los 1,3 millones de francos suizos en noviembre de 2015 (más de 1,2 millones de euros al cambio de la época).
Un portavoz de Luis Alfonso de Borbón admitió que él tenía firma autorizada en la cuenta de Credit Suisse, pero añadió que “jamás la utilizó’. Nunca realizó ningún movimiento ni disposición”. La única propietaria del dinero, explicó, era su mujer. Aunque están casados con régimen ganancial, ello no excluye que existan propiedades con carácter privativo de Margarita Vargas, como por ejemplo las donaciones hechas por su padre.
La información sobre la cuenta suiza del matrimonio Borbón-Vargas forma parte de la investigación periodística Suisse Secrets, basada en una filtración realizada al periódico alemán Süddeutsche Zeitung por una fuente anónima. Se trata de datos sobre más de 18.000 cuentas abiertas en el banco Credit Suisse. En la investigación han participado 48 medios y 162 periodistas de todo el mundo, entre ellos Infobae, coordinados por la organización el centro de investigación Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
La empresa Layla Assets Corp fue creada el 11 de junio de 2007. Constituida formalmente por testaferros, la propietaria desde el principio fue Margarita Vargas. Así lo indicó el portavoz autorizado de Luis Alfonso de Borbón a quien se le plantearon diversas preguntas sobre el patrimonio y los negocios del matrimonio. Ese portavoz trasladó la decisión de constituir la sociedad de Panamá al banquero venezolano: “Cuando su padre constituyó Layla, Margarita era estudiante de grado y no controlaba ese tipo de asuntos”. El día que inició sus operaciones la compañía panameña, Margarita Vargas tenía 23 años y llevaba casada dos años y medio.
El portavoz de Luis Alfonso de Borbón sostuvo que la cuenta en Credit Suisse fue cerrada en 2017. “En aquel momento en la cuenta ya había una cantidad muy pequeña, tanto que Credit Suisse invitó a Margarita a cancelarla, porque el banco suizo no mantiene abiertas cuentas con saldos bajos. Así que Margarita realizó una transferencia de ese dinero a su banco en España”. Lo cierto es que un año antes, en junio de 2016, en la cuenta de Credit Suisse había más de 1,2 millones de francos suizos (1,1 millones de euros).
El portavoz aseguró que el matrimonio “siempre ha incluido en sus declaraciones de la renta tanto el dinero de Credit Suisse como el resto de bienes”. Ni tener una empresa en Panamá ni disponer de una cuenta en un banco suizo es ilegal, siempre que los activos estén declarados ante la Agencia Tributaria del país respectivo.
En 2017 dejaron de figurar testaferros al frente de la empresa panameña, de forma que la pareja pasó a administrar la sociedad no solo de hecho, sino también formalmente. Margarita Vargas fue designada presidenta de Layla Assets Corp, mientras que Luis Alfonso de Borbón asumió los cargos de director y tesorero, según consta en el Registro de Panamá.
El 17 de abril de 2021, Layla Assets Corp. quedó disuelta. Panamá se había convertido en un lugar problemático para la familia Vargas después de que, en 2019, quebrara el banco que tenían en aquel país. Un banco entre cuyos directivos estaba Luis Alfonso de Borbón.
“Efectivo metálico”
En sus primeros años de matrimonio, la pareja estableció su domicilio en Venezuela. Allí empezó a trabajar Luis Alfonso de Borbón a las órdenes de su suegro. Víctor Vargas Irausquín es dueño de un potente holding de empresas que tiene como cabecera al grupo financiero Banco Occidental de Descuento (BOD). Así que ahí colocó a su yerno, quien en 2005 empezó a ejercer como vicepresidente internacional de BOD.
En 2010, la pareja trasladó su residencia a España. Y dos años después decidió constituir su primera empresa conjunta en este país, aunque intentaron que su presencia pasara desapercibida. Para ello idearon que una sociedad panameña constituyera el 28 de marzo de aquel año, en Inglaterra, la sociedad Mella Limited. Un mes más tarde –el 30 de abril– Luis Alfonso de Borbón se convirtió en accionista único de dicha compañía británica y ese mismo día Mella Limited compró todas las participaciones de una sociedad española que se llamaba Emporio 2012 SL.
Ese mismo año, le cambiaron el nombre a esta última empresa y la denominaron Borvar Inversiones SL, nombre formado a partir de sus respectivos apellidos (Borbón Vargas). Esta firma se convirtió en la vía de entrada en España de cuantiosos fondos del matrimonio. En concreto, entre 2014 y 2019, De Borbón y Vargas ingresaron en su empresa al menos 7,15 millones de euros.
Los movimientos más llamativos se produjeron en 2017, cuando en poco más de seis semanas, la empresa realizó dos ampliaciones de capital por un importe total de 3,61 millones. ¿Cómo llegó ese capital a la sociedad?
En los documentos oficiales del Registro Mercantil de Madrid se indica literalmente lo siguiente: “Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú asume un millón ochocientas diez mil nuevas participaciones sociales por su valor nominal conjunto de 1.810.000 euros, que aporta en efectivo metálico”.
Esa es la referencia de la ampliación realizada el 13 de enero de 2017. La del 28 de febrero es idéntica, salvo una variación mínima en la cantidad, que en esa segunda ocasión fue de 1.800.000 euros. Pero también consta que el bisnieto de Franco aportó ese dinero “en efectivo metálico”. En ambos casos, según las escrituras, el dinero se ingresó en una cuenta que la sociedad tenía en el Banco Pastor.
Cinco meses más tarde, el 3 de julio de 2017, Borvar Inversiones realizó otra ampliación de capital. Esta vez el importe fue de 275.000 euros y de nuevo consta que “la totalidad de las aportaciones ha sido ingresada en efectivo metálico de curso legal en cuenta abierta a nombre de la sociedad, en una entidad de crédito, tal como resulta de la certificación expedida por la entidad Banco Sabadell”.
Al ser consultado por este hecho, el portavoz de Luis Alfonso de Borbón respondió que la expresión “en efectivo metálico” no debe entenderse bajo ningún concepto como que dichas cantidades se ingresaron en billetes en las respectivas oficinas bancarias: “Todos los ingresos en Borvar Inversiones se realizaron mediante transferencias, nunca en efectivo metálico. Y todos los ingresos han sido siempre declarados y justificados”. Y respecto al origen de los fondos, el portavoz especificó que “todos ellos proceden de los emolumentos de Luis Alfonso de Borbón correspondientes a su trabajo en el grupo financiero Banco Occidental de Descuento y de dinero que Víctor Vargas había donado a su hija Margarita”.
En otras palabras: de acuerdo con la versión oficial del bisnieto de Franco, cuando en la escritura otorgada ante un notario e inscrita en el Registro Mercantil pone la expresión “en efectivo metálico”, en realidad hay que entender que se trata de una “transferencia” bancaria.
Curiosamente, en la siguiente ampliación de capital de la compañía, ejecutada el 14 de diciembre de 2018 por un importe de 1.140.000 euros, en la escritura se especifica que el dinero lo aportó Margarita Vargas en los siguientes términos: 750.000 euros “mediante transferencia bancaria a la cuenta de la sociedad” y 390.000 euros mediante una “compensación de créditos”.
Hay que destacar que las cuatro escrituras mencionadas fueron autorizadas por el mismo notario de Madrid, de forma que todo apunta a que se trata de un profesional que distingue los conceptos “efectivo metálico” y “transferencia bancaria” y no los utiliza como si fueran sinónimos.
La mayor parte de los fondos que llegaron a Borvar Inversiones se destinaron a la adquisición de un inmueble en una zona residencial conocida como La Finca, que es probablemente la más exclusiva de Madrid y sus alrededores. En octubre de 2012, la pareja De Borbón-Vargas compró la parcela de 8.037 metros cuadrados a uno de los futbolistas más famosos de España, el entonces arquero del Real Madrid Iker Casillas. Y sobre ese terreno se levantó un chalet de tres plantas –sótano, bajo y primera–, con una superficie total construida de 1.425 metros cuadrados.
En julio de 2019, el matrimonio decidió transferir la titularidad del chalet desde la sociedad Borvar Inversiones a ellos como personas físicas. El inmueble fue valorado en ese momento en 9,17 millones de euros. A Margarita Vargas se le adjudicó el 68,33% de la propiedad y a Luis Alfonso de Borbón el 31,67%. Ello es así porque una parte del dinero que había ingresado en la empresa eran gananciales, pero otra era privativa de la hija del banquero.
Al ser consultado por la razón de ese cambio en la titularidad del inmueble, el portavoz del bisnieto de Franco indicó lo siguiente: “Cuando adquieren dicha propiedad, Luis Alfonso y Margarita no tenían certeza sobre qué uso le querían dar. Si irían a vivir allí o sería una inversión. Una vez que tomaron la decisión definitiva de residir en dicha propiedad, por razones fiscales se consideró que lo más oportuno era que estuviese a nombre de ellos como personas físicas, ya que eran quienes estaban disfrutando del chalet”.
Efectivamente, si una persona física reside en una vivienda que pertenece a una empresa (aunque esta sea suya), para cumplir con Hacienda es necesario que exista un contrato de alquiler entre ambas partes fijado a precio de mercado. La Agencia Tributaria pretende así evitar que se utilicen sociedades mercantiles de forma fraudulenta para reducir la factura fiscal. Por lo tanto, desde julio de 2019, el matrimonio está cumpliendo estrictamente con la normativa tributaria. Pero, hasta entonces, estuvieron viviendo durante un lustro en un chalet a nombre de una sociedad, lo que abre una incógnita sobre cómo se reflejó esa operación exactamente en sus declaraciones de renta y sociedades.
Negocios y quiebras bancarias
La fuente principal de los ingresos de Luis Alfonso de Borbón y de su mujer, tal y como ellos mismos admiten, tiene un nombre: Víctor Vargas Irausquín, el banquero de Chávez, dueño del grupo financiero Banco Occidental de Descuento (BOD).
Entre 2005 y 2019, BOD fue una caudalosa fuente de ingresos para la familia Borbón-Vargas, pero ese último año también se convirtió en un dolor de cabeza. El Banco Occidental de Descuento, además de ser una de las principales entidades financieras de Venezuela, contaba con cuatro filiales en otros países: Allbank en Panamá, Banco del Orinoco en Curazao, BOI en Antigua y Bancamérica en República Dominicana.
Pero dos de esas entidades quebraron. A principios de septiembre de 2019, la Justicia de Curazao ordenó intervenir el Banco del Orinoco, tras detectar que buena parte de su capital se había esfumado. Esa medida obligó a actuar de forma inmediata a la Superintendencia de Bancos de Panamá –el regulador bancario de este país–, puesto que parte de los fondos de AllBank estaban colocados en el Banco del Orinoco. Antes de final de aquel 2019, las autoridades de Curazao y Panamá ordenaron liquidar los respectivos bancos. El regulador de Venezuela –Sudeban– también ordenó intervenir el banco de Vargas en ese país, aunque en este caso la entidad sigue operando con normalidad.
Luis Alfonso de Borbón es vicepresidente internacional del BOD. No solo está en la Junta Directiva de la matriz venezolana del grupo financiero, sino que también entró en el consejo de las dos sociedades montadas en Panamá: All Financial Group Corp y AllBank Corp. La Superintendencia panameña, en la resolución por la que intervino Allbank, denunció que la entidad contaba con “un sistema de controles internos no adecuados y una gestión de la Junta Directiva no acorde a los riesgos que encara el banco”.
Los clientes perjudicados por las quiebras de ambas entidades financieras pusieron pronto en el foco a Luis Alfonso de Borbón. De acuerdo con sus denuncias, era conocido como “El Príncipe”.
Y es que además de bisnieto de Franco por parte materna, Luis Alfonso de Borbón también es bisnieto de quien fuera rey antes de la llegada de la Segunda República –Alfonso XIII– por parte paterna. Se considera legítimo heredero al trono de Francia, puesto que le disputa la Casa de Orleans, aunque no parece que entre las prioridades de los franceses a corto plazo se encuentre reinstaurar la monarquía.
Sea como fuere, lo que está fuera de toda duda es que “El Príncipe” hace gala de sus aspiraciones: en su boda con la hija de Vargas llevaba uniforme de la Gran Cruz de la Orden de Malta, distinción reservada a jefes de Estado y de casas reales. Unas ínfulas que no gustan demasiado en Zarzuela. Aunque Luis Alfonso de Borbón es primo segundo de Felipe VI, ningún miembro de la Casa del Rey fue a aquella boda celebrada en la República Dominicana. Se perdieron actuaciones en directo de Los del Río, David Bisbal y Juan Luis Guerra. Y también una misiva personal del Papa dirigida a los novios.
Lo cierto es que en la prensa se publicaron declaraciones de clientes de las filiales quebradas del BOD quejándose amargamente de Luis Alfonso de Borbón: “Mandamos todos nuestros ahorros al Banco del Orinoco. Lo hicimos, entre otras cosas, por las garantías que nos daba ver a un noble al frente, alguien que salía en las revistas”.
El portavoz de Luis Alfonso de Borbón, en relación con las preguntas sobre su papel en el BOD, intenta quitarle importancia: “Aunque formarse parte de la Junta Directiva o de los consejos de dichas entidades financieras, en ningún caso tuvo poder ejecutivo. Su función era puramente comercial, representativa. Cada dos meses, aproximadamente, se desplazaba a Venezuela y mantenía reuniones con los clientes que le indicaban. Pero jamás estuvo entre las personas que tomaban las decisiones en el grupo financiero”.
Dicho portavoz añade que, pese a los dos años transcurridos desde las quiebras del Banco del Orinoco y de Allbank, “Luis Alfonso de Borbón no tiene constancia de ninguna actuación judicial que le implique, ni civil ni penal. No ha recibido ninguna notificación en ese sentido”.
Lo que parece indudable es que han quedado atrás los tiempos de ir luciendo el apellido Borbón o de jactarse de riqueza como hacía el suegro en una de las biblias periodísticas del capitalismo: “La gente escribe historias de mí diciendo que tengo un Ferrari, un avión y un yate. Pero no es verdad. Tengo tres aviones, dos yates y seis casas. ¡He sido rico toda mi vida!”, declaró Víctor Vargas en una entrevista en 2008 con The Wall Street Journal, en la que se definió como “un socialista en el sentido real de la palabra”.
Como politólogo no consta que tenga obra escrita, pero de lo que sí hay abundante documentación es de la forma en que Víctor Vargas adquiere esas propiedades de las que presume. El medio venezolano Armando.info desveló por ejemplo que su última gran compra inmobiliaria, la villa La Serenísima en la República Dominicana, le costó USD 44 millones y para la transacción se diseñó una complejísima trama societaria que pasaba por Panamá, Estados Unidos, Barbados, Islas Vírgenes Británicas, España y Reino Unido. El vendedor era Gustavo Cisneros, otro de los principales multimillonarios venezolanos.
La conexión franquista
Algún prohombre romano sostenía que el dinero no huele, lo que es seguro es que para algunos no tiene ideología. Luis Alfonso de Borbón, reconocido franquista, lleva tres lustros viviendo del dinero amasado por su suegro, cuyos negocios florecieron durante los años de gobierno de Chávez.
El bisnieto de Franco es desde hace cuatro años presidente de honor de la Fundación que lleva el nombre de su abuelo, entidad cuya misión principal es hacer apología del dictador y general golpista. Cuando el Gobierno decidió exhumar en 2019 el cadáver que estaba en el Valle de los Caídos, acaparó el protagonismo público convirtiéndose en portavoz de la familia, que se oponía a su traslado. Entre otras afirmaciones, aseguró que el templo franquista representaba en realidad “la reconciliación de las dos Españas” y predijo que “la Historia castigará a quien profane este templo grandioso”, en referencia a la exhumación del cadáver de Franco.
Muchos años antes ya había mostrado públicamente sus inclinaciones ideológicas. En una entrevista en Paris Match en 2010 describió así a Franco, jefe de los militares sublevados que provocaron la guerra civil española en 1936 y posterior dictador durante cuatro décadas: “Creó la clase media española, plantó bosques, hizo lagos y carreteras, e impidió que el país entrara en guerra y que el comunismo se instalara. Evidentemente, se produjo la guerra civil, pero él no la había querido”. En otras ocasiones ha acaparado titulares por sus declaraciones contra el matrimonio homosexual.
De los residuos a los gimnasios
Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas han creado otras empresas en España, algunas tan recientes como Eco-Lys Recycling SL, constituida el 29 de septiembre de 2021. El bisnieto de Franco es presidente de la sociedad y suscribió el 25% del capital, el mismo porcentaje que Tomas Martínez-Bordiú Ochoa, un primo segundo suyo. El objetivo es hacer negocio con el reciclaje de residuos, para lo que se han unido a un empresario granadino con alguna experiencia previa en el sector (Francisco Luis García Montero).
La primera experiencia empresarial de Luis Alfonso de Borbón de la que existe constancia en el Registro Mercantil se llama Borcorel SL, creada en 2000 para la gestión de bienes inmuebles, y de la que era administrador solidario junto a Amparo Corell. La empresa jamás presentó sus cuentas y no hay rastro de su posible actividad.
Tampoco triunfó Luis Alfonso de Borbón con International Transaction System SL, de la que fue socio y administrador único desde su fundación en 2011 hasta su extinción en 2020.
Una última compañía donde se puede rastrear su presencia es Amintas Moraleja SL, creada en 2018 y donde consta como apoderado. La administradora única es su amiga Sara Álvarez Freixas, que también gestiona Reto 48 España 2015, de la que ambos son socios. Las dos compañías se dedican a la explotación de instalaciones deportivas. Tienen dos gimnasios, aunque a Luis Alfonso de Borbón no le gusta este término, según le explicó a ABC cuando abrió su primera instalación: “No es un gimnasio, es un centro deportivo, en el que asociamos entrenamiento, nutrición y tratamientos de estética, que forman parte del reto».
Margarita Vargas, por su parte, tiene dos sociedades mercantiles en España. En 2014 creó La Lechuza Caracas SL, el mismo nombre del club de polo venezolano del que es propietario su padre. Con un capital de 150.000 euros, su objeto social es la cría de caballos y la enseñanza de la equitación. Por cierto, según consta en la escritura de constitución, esa cantidad fue “ingresada en efectivo metálico de curso legal en cuenta abierta a nombre de la sociedad” en el Banco Santander.
En 2019, Margarita Vargas fundó Tip Top de Le Orle 2019 SL. El nombre se corresponde con el de uno de los caballos propiedad de la hija del banquero. En 2020, La Lechuza Caracas se convirtió en la principal accionista de esta compañía, al suscribir una ampliación de capital de 807.000 euros. Lo hizo mediante una aportación no dineraria de cuatro caballos, valorados en conjunto en 772.000 euros. Los 35.000 euros restantes corresponden a otros bienes.
Las dos sociedades de Margarita Vargas tienen su domicilio en el chalet familiar en La Finca.
Hasta aquí la historia empresarial del matrimonio formado por el bisnieto de Franco y la hija del banquero de Chávez. Una historia que incluye la creación de sociedades en Panamá y Luxemburgo, la quiebra de dos entidades financieras en América y el ingreso de 3,88 millones de euros en “efectivo metálico” en una compañía española cuyo nombre está formado por la primera sílaba de sus dos apellidos. Y una historia donde también hay espacio para una cuenta en Credit Suisse, ligada a la empresa de Panamá, que llegó a tener en 2015 un saldo de 1,31 millones de francos suizos.
Suisse Secrets es un proyecto periodístico colaborativo basado en una filtración de datos bancarios de una fuente anónima al diario alemán Süddeutsche Zeitung, compartida con OCCRP y 46 medios aliados alrededor del mundo, entre ellos Infobae y La Nación, de Argentina. La investigación en nuestro país fue llevada adelante por Mariel Fitz Patrick, Sandra Crucianelli e Iván Ruiz (Infobae), y Hugo Alconada Mon (La Nación).