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De acuerdo con un análisis presentado por especialistas en nutrición, omitir el desayuno podría ser uno de los mayores obstáculos para quienes buscan perder peso. Este hábito, que muchas personas adoptan con la intención de reducir calorías, puede tener efectos contraproducentes en el control del apetito, la calidad de la dieta y el equilibrio energético a lo largo del día. Según informó el medio especializado Eating Well, los expertos coinciden en que abandonar esta práctica podría ser clave para alcanzar metas de salud y bienestar.

Por Infobae

El impacto de saltarse el desayuno en las decisiones alimenticias del día

Kelly Kaim, nutricionista deportiva principal del Programa de Atletas de Clase Mundial del Ejército, explicó a Eating Well que evitar el desayuno puede llevar a elecciones alimenticias menos saludables durante el resto del día. Esto incluye consumir porciones más grandes y optar por alimentos con alto contenido de azúcar. Lainey Younkin, nutricionista registrada en Boston, explicó al medio especializado que quienes no desayunan suelen experimentar un aumento en el consumo calórico en las comidas posteriores. “¿Alguna vez te has encontrado buscando comida en la cocina al final del día? Nueve de cada diez veces, esto ocurre porque no desayunaste lo suficiente”, afirmó Younkin en un comunicado.

Un estudio publicado en el Cambridge University Press respalda esta afirmación, al señalar que los adultos que se saltan el desayuno tienden a ingerir más calorías en las comidas posteriores y a tener dietas de menor calidad. Aunque el estudio también encontró que estas personas consumían menos calorías en general, los investigadores advirtieron que los datos se basaron en un análisis de solo dos días, lo que limita su capacidad para reflejar hábitos alimenticios a largo plazo.

El riesgo de comer en exceso durante la noche

Otro efecto negativo de omitir el desayuno es la tendencia a consumir la mayor parte de las calorías durante las horas de menor actividad física, como la noche. Según Younkin, un desayuno equilibrado ayuda a mantener la saciedad y la energía durante el día, lo que reduce los antojos nocturnos y facilita mantener un déficit calórico necesario para perder peso.

Por su parte, Kaim explicó que redistribuir las calorías diarias puede marcar una diferencia significativa. “Un desayuno más abundante permite utilizar esa energía durante el día, en lugar de acumular calorías no utilizadas por la noche, que luego pueden almacenarse como grasa”, señaló.

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Por abc noticias

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