Tras los enfrentamientos entre camioneros y desplazados venezolanos, en los que murió un joven de 25 años, las autoridades recurrirán al apoyo de las Fuerzas Armadas en las zonas de Arica, Parinacota y Tamarugal y El Loa
El Gobierno de Sebastián Piñera decretó estado de excepción en el norte de Chile, tras las protestas registradas esta semana entre camioneros y migrantes, la mayoría de ellos venezolanos.
Luego del anuncio de la medida, el gremio de los camioneros levantó este sábado los bloqueos de rutas que mantenían por la muerte de un compañero durante los enfrentamientos.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, anunció la decisión del Gobierno tras reunirse por más de cinco horas con el poderoso gremio, que desde el jueves bloqueaba rutas vitales del país.
Delgado también viajó a la ciudad minera de Antofagasta, a unos 1.400 km al norte de Santiago, donde el jueves murió un conductor de 25 años tras un enfrentamiento con migrantes venezolanos.
El estado de excepción en las zonas cordilleranas del norte de Chile, Arica, Parinacota y Tamarugal y El Loa, permitirá recurrir al apoyo de las Fuerzas Armadas para “colaborar de mejor manera también con las policías”, indicó el ministro.
Delgado agregó que el estado de excepción comenzará el lunes 14 de febrero y que permitirá “un refuerzo importante en medios aéreos y terrestres, sobre todo para supervisar y vigilar las rutas que a los gremios más les interesa”, dijo.
Tras este anuncio, el influyente gremio de los camioneros levantó los bloqueos realizados para pedir más seguridad.
Las protestas provocaron congestiones principalmente en rutas del norte y la zona central del país, aunque también se registraron atascos en rutas de las afueras de Santiago que conducen a zonas de balnearios sobre el Pacífico en pleno verano austral.
En ciudades del norte como Arica e Iquique, a más de 1.600 km de la capital, se repitió la misma escena. En esta última se suspendieron todos los vuelos tanto de salida como de llegada.
Por esa zona altiplánica, desde 2020 epicentro de una crisis migratoria sin precedentes en Chile, ingresan a diario de manera clandestina miles de personas, en su mayoría de nacionalidad venezolana huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro.
En número de ingresos es inferior al que registran Colombia y Perú con el éxodo desde el país petrolero, que cuenta ya con una diáspora de más de seis millones de ciudadanos en el mundo.
BLOQUEO Y MÁS SEGURIDAD
Los camioneros se movilizaron desde el jueves tras la muerte de un compañero en la Región de Antofagasta (norte), donde se produjo un enfrentamiento con tres personas, ya detenidas, entre ellos un menor de 16 años, que la policía identificó como venezolanos.
“Comprendemos la situación en que ellos (camioneros) están”. “Trabajamos día a día para poder decomisar más drogas, armas y evitar la violencia”, dijo Delgado, única cara visible del gobierno de Sebastián Piñera, criticado por no haber controlado la situación migratoria.
Este nuevo incidente reactivó protestas ciudadanas que han tenido lugar en las tres últimas semanas, sobre todo en Iquique y Arica, en rechazo a los migrantes venezolanos.
En las ciudades y rutas del norte se ven desde principios de 2021 miles de familias de migrantes a la deriva, pernoctando en espacios públicos, pidiendo limosnas o esperando ayudas de amigos y familiares en otras ciudades de Chile para buscar un nuevo destino.
Al menos 20 migrantes han muerto, principalmente por el frío, al tratar de entrar a Chile por estos pasos clandestinos situados a más de 4.000 metros de altura.
En este contexto, el sábado se anunció la inminente entrada en vigor del reglamento de una nueva Ley de Migración que, según el Gobierno, “entrega herramientas que no existían” para expulsar a extranjeros con documentación adulterada o que evadan el control migratorio.
Esta ley supuestamente agilizará también el otorgamiento de visados.
(Con información de AFP)