Ocurrieron hace un par de meses pero aún les dura el susto y de ahí que se hayan puesto manos a la obra con las mejoras de seguridad. Según se ha podido saber, el pasado mayo el príncipe Harry y Meghan Markle tuvieron un problema con los intrusos, pues hasta en dos ocasiones su mansión de Montecito, en California, no resultó ser lo inexpugnable que en teoría es cualquier mansión que cueste 15 millones de dólares.
Tal y como ha detallado el periódico The Sun, los duques de Sussex vivieron dos incidentes relacionados con el allanamiento de la propiedad que adquirieron hace dos años tras realizar una búsqueda exhaustiva por la zona, encontrándose en ambas ocasiones en el interior de la vivienda con sus dos hijos, Archie, de tres años, y Lilibet, de uno, cuando sonaron las alarmas.
Los registros de la policía de Santa Bárbara a los que ha tenido acceso el periódico británico demuestran que los agentes hubieron de personarse por primera vez a las 17.44 horas del día 19 de mayo, casualmente el aniversario de la pareja, después de recibir una llamada por la presencia de un posible intruso.
Solo habían pasado 12 días desde aquello cuando, a final de mes, sobre las 15.21 horas, poco antes de que Harry y Meghan tomaran un vuelo hacia Reino Unido para asistir a los festejos por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II, el departamento de policía recibió otro aviso por la misma razón, haciéndose cargo los agentes de ambas circunstancias sin que pasasen a mayores las consecuencias.
Curiosamente, desde que viven en dicha mansión los problemas de seguridad de los duques se han vuelto bastante comunes, ya que contando con estos dos últimos casos ya serían seis las veces que han intentado introducirse en su propiedad por parte de diferentes personas a lo largo del último año.
Es irónico, pues, que precisamente uno de los mayores hartazgos de Harry y Meghan en Reino Unido fuese la falta de seguridad que experimentaban, algo que terminó de agravarse con su marcha, pues toda su seguridad, la cual estaba financiada por los contribuyentes, les fue retirada porque ya no eran miembros en activo de la familia real británica.
No por nada en este tiempo han querido parapetarse cuando estén en su casa, de ahí que decidiesen contratar tanto al que fuera guardaespaldas del antiguo presidente estadounidense Barack Obama, Christopher Sánchez, como al exjefe de seguridad de Michael Jackson, Alberto Álvarez.