A juzgar por sus palabras, y por las imágenes que se fueron haciendo virales, Mike Tyson se prepara para un desafío extremo. El 20 de julio, cuando ya tendrá 58 años, se volverá a subir al ring para enfrentar a un adversario 31 años menor en un combate que será considerado como oficial: se trata del youtuber Jake Paul, con experiencia en el pugilismo tras saltar al estrellato en las redes sociales.
En el AT&T Stadium en Arlington, y con transmisión de Netflix, el récord de Iron Mike (50-6) se modificará por primera vez desde 2005, cuando se retiró tras ser derrotado por Kevin McBride. El duelo tendrá dos reglas especiales, que resultaron fundamentales para que la Comisión de Boxeo de Texas lo aprobara: será a ocho roundos de dos minutos cada uno y con guantes de 14 onzas (más acolchados que los habituales de diez onzas).
“Mike Tyson quería que fuera una pelea profesional. Netflix quería que fuera una pelea profesional. Entonces acepté convertirla en una pelea profesional. El ganador se lleva todo”, provocó Paul en su cuenta en X (antes Twitter). El oriundo de Brooklyn no contempla otro escenario que el que lo muestra a él como vencedor. Para ello, se sometió a un entrenamiento intensivo, como el de sus mejores épocas antes de los excesos.
En sus redes fue compartiendo guanteos en los que probó que su pegada feroz sigue intacta, ejercicios de velocidad en los que aguijoneó a su rival (”voy por ti”) y hasta una pelea callejera con otro boxeador como Shannon Briggs a modo de promoción.
A su entrenamiento le anexó un plan riguroso. En una entrevista con Forbes Life, comentó que “durante seis semanas no me he drogado ni he tenido relaciones sexuales”. “Estoy viviendo mi vida de manera disciplinada ahora, así que tendré que luchar disciplinadamente”, agregó quien ya había vuelto a pelear en 2020 ante Roy Jones junior, en una exhibición que resultó un éxito de taquilla.
Para leer la nota completa ingrese AQUÍ