Aunque esta fórmula de movilidad todavía se encuetra en pleno desarrollo, su uso podría aportar ventajas tanto a las zonas rurales como a las urbanas
La movilidad a través del transporte con drones se encuentra todavía en una fase incipiente, al tiempo que la tecnología y la innovación juegan un papel esencial para alcanzar su máximo desarrollo. Para comprender las posibilidades que ofrecen, estos vehículos aéreos no tripulados encuentran su sentido al ser utilizados tanto en las áreas rurales como en las urbanas. Los beneficios que aportan en las primeras, destacan, principalmente, porque son capaces de compensar las instalaciones que no se encuentren en buen estado, mientras que en las segundas provocan el efecto contrario. Es decir, permiten aliviar la infraestructura existente en tierra.
Además de los escenarios donde pueden ser utilizados, desde la Asociación de aviación no tripulada, el presidente de su Junta Ejecutiva y panelista del International Mobility Congress, Achim Friedl, explica a DIRIGENTES que los drones también pueden resultar “útiles” cuando “la velocidad y la calidad son importantes”. Así, con la vista puesta todavía en el futuro, comenta, igualmente, que el transporte en la última milla también podrá llegar a utilizarse con estos vehículos, lo que contribuirá a descongestionar las carreteras y, de igual forma, permitirá llegar a aquellos lugares de difícil acceso.
En este punto, la consecución de una fórmula sostenible representa una pieza clave en todo el proceso, de forma que su desarrollo debe ir encaminado hacia esta dirección. De esta manera, este elemento se obtendrá con mayor facilidad al implementar tres componentes: los hechos ambientales, la situación económica y la aceptación social de este nuevo mecanismo. En relación con el primer punto, el dirigente sostiene que el uso de la electricidad verde es capaz de impulsar una huella ecológica reducida.
Por su parte, también detalla que en la logística con drones, la relación de peso entre la plataforma de transporte y el bien transportado es “positiva”. Una idea a la que se suma el hecho de que no es necesario construir ni mantener ninguna infraestructura de tráfico como le ocurre a los grandes aeropuertos, lo que conduce a “una operación económica de los sistemas de aeronaves no tripuladas”. En esta misma línea, la aceptación del público, que “está creciendo cada vez más”, juega un papel esencial en el éxito de este mecanismo. Una idea con la que Friedl afirma que “los drones son respetuosos con el medio ambiente”.
Un proyecto todavía en desarrollo
Poner en marcha este tipo de transporte, no obstante, sigue siendo un proyecto de futuro y, además, acarrea importantes costes. Estos aún no se pueden cuantificar con precision, subraya Friedl, como consecuencia de que su desarrollo todavía está en curso. Y lo ejemplifica de la siguiente manera: para iniciar un negocio de este calibre, los operadores deben esperar costos de adquisición relativamente altos, a los que también se suman aquellos relativos al funcionamiento de los drones. Por este motivo, solo cuando las operaciones con drones se conviertan en un negocio extendido se alcanzarán “costes a un nivel tolerable”, matiza.