La candidata indicó que el líder izquierdista, que encabeza las encuestas a la presidencia de Colombia, “es una fuerza política que usa todas las artimañas de la derecha y de la política tradicional”
La candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt, quien estuvo secuestrada más de seis años por las FARC, reafirmó este lunes que el también candidato Gustavo Petro, que lidera las encuestas, es apoyado por el dictador venezolano Nicolás Maduro.
“Hay políticos que están con él muy cuestionados. Recibe apoyo de personas que han servido de testaferros de gobiernos extranjeros, que tienen apoyo de dineros oscuros”, declaró en entrevista con Radio Mitre de Argentina.
Ante la consulta sobre si se refería al líder chavista, respondió: “Sí, lo está apoyando. Gente vinculada a problemas graves”, afirmó.
Petro, que fue derrotado por el actual presidente colombiano, Iván Duque, en la segunda vuelta de las presidenciales de 2018, figura en todas las encuestas como el favorito para ganar en los comicios de este año a los que concurrirá como candidato de la coalición de izquierdas Pacto Histórico.
Consultada por el periodista Eduardo Feinmann si es que Petro es igual a las FARC, Betancourt respondió: “No, es diferente, pero es del sistema. Tenemos una extrema derecha y una extrema izquierda y son realidades que se necesitan y que actúan de la misma manera. Petro es una fuerza política que usa todas las artimañas de la derecha y de la política tradicional”.
Según describió, Petro ha mostrado una fachada que modificó su imagen inicial: “Ha presentado gente amable, renovadora, pero detrás de ello… Creo que el Pacto Histórico es un pacto con el diablo, terminó vendiendo su alma al diablo. Hubo una transformación, de un Petro que era una fuerza de cuestionamiento del sistema y ahora se volvió parte del sistema, recibiendo apoyo de gente que él enfrentó en algún momento”.
La candidata también se refirió a las “maquinarias” en Colombia, como se refieren a las organizaciones partidistas enquistadas en la política. “Colombia se acomodó con la corrupción, con el delito. Nos hemos opuesto a las naquinarias, una forma de hacer política, usarla como arena para hacer trampa. La maquinaria se volvió algo generalizado. Es interesante volver a poner sobre la mesa lo que debería ser lo normal”.
El 13 de marzo, Colombia renovará su Senado y Cámara de Representantes, pero los colombianos también están llamados a votar a candidatos presidenciales en las consultas internas de tres coaliciones y en los territorios más afectados por el conflicto también habrá una elección especial de las víctimas que representarán su voz en el Parlamento en las llamados curules de paz.
(Con información de EFE)